Numerosas voces se han alzado en las últimas horas contra la rigurosidad de la sanción que la FIFA ha impuesto a Luis Suárez. El uruguayo ha sido castigado con nueve partidos de suspensión con su selección y cuatro meses de inhabilitación para cualquier actividad relacionada con el fútbol. Incluso la víctima de su mordisco, Chiellini, aboga por una rebaja en la pena.

Luis Suárez se fue "llorando" de la Copa del Mundo de Brasil, revela Ernesto Dehl, uno de los delegados de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) en el torneo. "Luis se despidió de todos, nos dolió mucho, se fue muy triste y llorando", destacó el directivo.

Suárez se ha encontrado un apoyo masivo a su figura en el regreso a Uruguay. Una multitud de hinchas encabezada por el presidente José Mujica acudió al aeropuerto internacional de Carrasco en Montevideo para recibir como un héroe al delantero. Un retraso en la salida del vuelo privado que iba a traer a Suárez desde Natal obligó a Mujica a retirarse antes de la llegada. Declaró al canal 12 de la televisión que tras esta acción de la FIFA que indignó a todo el país "Uruguay se pone peligrosísimo" en el Mundial. "Cuánto más nos pegan peor es".

Después, el presidente de Uruguay volvería a cargar contra la FIFA. "Tiramos para afuera a Italia e Inglaterra, cuánta guita (dinero) perdieron", ha dicho el mandatario uruguayo, en declaraciones al programa que dirigen Diego Maradona y Víctor Hugo Morales en la cadena venezolana Telesur. "Hay una vara distinta y eso es lo que más indigna y duele", ha añadido.

Maradona se ha sumado a la tesis del jefe de Estado uruguayo. Se preguntó con ironía: "¿A quién mató?" y si no sería conveniente que lo confinaran en la base naval Guantánamo. "Esto es fútbol, esto es roce", declaró el astro argentino tras decirle a los directivos de la FIFA: "¿Quién se creen que son ustedes?", mientras dejaba que las cámaras enfocaran en su pecho la leyenda: "Luisito, estamos con vos".

La víctima de Suárez, Giorgio Chiellini, en un comunicado hecho público en su página web oficial, aseguró que su "pensamiento está con Suárez y con su familia", ya que deberán afrontar "un periodo muy difícil". "Dentro de mí ahora no hay sentimientos de alegría, venganza o rabia contra Suárez por un incidente que ocurrió en el campo y que acabó ahí", afirmó el defensor "azzurro". El jugador del Juventus dijo respetar las medidas disciplinarias pero consideró que la impuesta a Suárez es "excesiva". "Espero sinceramente que se le permita, al menos, estar cerca de sus compañeros de equipo durante los partidos", dijo.

La FIFA, sin embargo, sigue convencida de la proporcionalidad de sus medidas. Jerome Valcke, secretario general del organismo, aplaude la decisión de la comisión disciplinaria: "La comisión sancionó en base a lo que ocurrió, algo que vieron cientos de millones de personas. No es lo que queremos que hagan nuestros hijos y puede darse en cualquier otro lugar, en el fútbol aficionado o en cualquier campo y no es aceptable. Eso no se hace en la vida real y menos aún en un campo de juego", añadió.

Según el secretario general de la FIFA, Luis Suárez "quizás tenga que someterse a un tratamiento". "Debe hacer algo por sí mismo y está claro que no serán las sanciones las que pongan coto, porque no es la primera vez que lo hace", aseguró Valcke.