El Celta se despide de la temporada y de Luis Enrique, que ayer anunció su marcha del club vigués sin confirmar su incorporación al Barcelona, en un partido de puro trámite frente al Valencia (Mestalla, 22.00 horas, Canal + Liga, Gol TV) al que nada más va en el envite que despedir con buen sabor una campaña catastrófica. Mestalla, un estadio históricamente muy complicado para los celestes, vivirá un partido sin mucho en juego entre dos escuadradas en rachas contrapuestas, los celestes lanzados tras encadenar cuatro triunfos y sacar los colores al Real Madrid hace una semana en Balaídos, y los blanquinegros, que acumulan cuatro jornadas sin ganar (dos derrotas y dos empates), cabizbajos tras la debacle sufrida en el último segundo de las semifinales de la Europa League ante el Sevilla.

En juego está también un octavo puesto, que es una triste consolación para el Valencia, que se queda por primera vez en muchos años fuera de competición europea, y todo un reconocimiento para el Celta, que inició la competición con el único objetivo de conservar la categoría y la concluye con la sensación de que, de haber durado un par de semanas más, podría haber disputado la pelea por una plaza por regresar el próximo curso al torneo continental.

Los célticos, que mantendrán las octava plaza si empatan, tiene además el estímulo de igualar el récord histórico de cinco victorias en Primera División logrado por Víctor Fernández en la campaña 2000-01 y el de puntos a domicilio (ya han superado el de victorias), que ostentan (con siete triunfos y cuatro empates) Miguel Ángel Lotina y Fernando Vázquez en los cursos 2002-03 y 2005-06, respectivamente.

En su despedida oficial del Celta -la última conferencia de prensa la dará tras el partido de esta noche en la sala de prensa de Mestalla-, Luis Enrique tan solo anticipó que alineará en el estadio che "un once competitivo". La pista no aporta gran cosa aunque no es descabellado pensar que el todavía preparador céltico aprovechará la irrelevancia del choque para premiar con minutos a sus futbolistas menos utilizados.

La portería será con seguridad para Sergio, como ha ocurrido desde que la permanencia fue una realidad matemática, que ha firmado dos espléndidas actuaciones frente al Osasuna y el Real Madrid. En defensa, la baja de Mallo obliga prácticamente a tirar de Jonny como lateral derecho y emplear a Aurtenetxe (que tras el partido volverá a la disciplina del Athletic) en el costado izquierdo.

La novedad en la pareja de defensas centrales podría ser esta vez David Costas, un joven canterano que ha tenido protagonismo durante buen parte de la temporada, pero que ha desparecido de las alineaciones en los últimos meses, y que acompañaría a Fontás. El canterano parece una opción plausible, lo mismo que el riojano Íñigo López, un futbolista que ha cumplido siempre que ha jugado pero que cuenta con la desventaja de concluir su cesión.

En el medio campo, Luis Enrique podría dar descanso a Krohn-Dehli en beneficio de Borja Oubiña, que muy bien podría estar flanqueado por Krohn-Dehli Madinda o tal vez Álex López, pues Augusto es baja segura por lesión.

En el frente de ataque, mientras, no es descabellada la presencia de Mina en banda derecha, en la posición que normalmente ocupa Orellana.

Con el Mundial a la vuelta de la esquina es más que probable que Luis Enrique preserve a Orellana, convocado con Chile, en previsión de alguna lesión, con lo que Nolito es la opción más plausible para la banda izquierda. Rafinha, que ha jugado muchos partidos infiltrado, apunta también al banquillo.

Por lo que respecta a Valencia, más pendiente de la venta de la entidad que de este último partido, Pizzi está obligado a realizar numerosos cambios por causa de las bajas. La posición más delicada es la de medio centro, debido a las bajas de Keitia, Oriol Romeu y Javi Fuego, lesionados, con lo que el canterano Míchel se perfila como acompañante de Parejo en el doble pivote. Igualmente, en el medio campo, Piatti ocupará la vacante por lesión de Fede Catarbia, mientras que Jonas Gonçalves formaría pareja en ataque con Edu Vargas en perjuicio de Paco Alcácer.