A los problemas clasificatorios del rival, al que prácticamente le va la vida en el empeño, suma el Celta una ventaja en el partido de esta noche: las grandes dificultades que el Valladolid ha tenido esta temporada para ser competitivo lejos de su estadio. El conjunto castellano es, de hecho, después del descendido Betis, el peor visitante de la Liga. Lejos del Nuevo Zorrilla, el conjunto de Juan Ignacio Martínez tan solo ha sido capaz de ganar un partido, aunque de modo claro, al Rayo Vallecano (0-3). A esta única victoria, los pucelanos suman seis empates, los firmados en los campos del Elche, el Levante, el Getafe, el Valencia, el Málaga y, en la última jornada en la que ha competido, el Osasuna.

Los desplazamientos han reportado, por tanto, esta temporada al Valladolid nueve puntos, que contrastan vivamente con los 23 que los pucelanos han obtenido en su estadio, donde han mostrado su mejor versión.

Claro que el Celta tampoco ha sido precisamente un equipo muy fiable esta temporada en Balaídos. Los celestes se han manejado mejor a domicilio -donde han igualado el récord histórico de victorias logrado en las campañas 2002-03 y 2005-06- que en su propio feudo. En Balaídos, los celestes han perdido este curso seis encuentros (Elche, Levante, Barcelona, Rayo Vallecano, Atlético de Madrid y Málaga) y cedido siete empates (Espanyol, Granada, Villarreal, Osasuna, Athletic, Getafe y Real Sociedad). La última victoria del conjunto de Luis Enrique se produjo hace casi un mes, el pasado 29 de marzo, frente al Sevilla, que cayó derrotado con un gol de penalti marcado por Nolito en los minutos finales del encuentro. Desde esta última victoria los célticos han perdido con el Rayo Vallecano y empatado ante la Real Sociedad.

La única victoria del Valladolid fuera de casa se produjo en octubre del pasado año, si bien los pucelanos han empatado en su último compromiso liguero en un campo tan complicado como El Sadar.