Partido crucial para el Academia Octavio en su pelea por disputar la promoción de ascenso a la Liga Asobal. El equipo vigués es actualmente sexto. Ocupa la última posición que otorga el billete a falta de solo tres jornadas, pero con los mismos puntos que el séptimo, el Sinfín cántabro (ambos con 31). Y hoy visita al Amenabar, quinto con 33. "Es un partido importante y en una de las pistas calientes de la categoría", concreta el entrenador académico, Quique Domínguez.

De hecho, si una derrota complica el camino, un triunfo lo aclara. El Octavio recibirá en la penúltima jornada al Barakaldo, situado en tierra de nadie aunque todavía pendiente de la salvación matemática, y cerrará la campaña con el derbi en Chapela. Un duelo complicado, pero al que el Construcciones Castro llegará con el único objetivo de preparar la promoción de permanencia. Y que tiene además la ventaja del cortísimo viaje para el Octavio. Porque es el desplazamiento una de las grandes dificultades que hoy afrontan los rojillos. La salida, con la expedición repartida en dos furgonetas, estaba prevista a primera hora de la mañana. Por delante, ocho horas de carretera. El partido comienza a las 19.30. "Es el mayor hándicap", acepta Quique Domínguez. "Son muchas horas sentados. Pero haremos paradas. Intentaremos llevarlo de la mejor forma posible".

Al menos el parón de la competición ha permitido que la plantilla recobre energías y restañe sus pequeñas heridas. Un consuelo ante la baja de tres extremos: Javito y Cerillo, los del cruzado roto, y Jabato, que no ha podido recuperarse a tiempo de sus dolencias musculares. Jabato, por cierto, ejerció ayer de entrenador del equipo juvenil ante el Colindres. Tuvo a sus órdenes a Víctor León, que hoy se montará en la furgoneta para jugar con los mayores y no descarta regresar a tiempo de disputar el tercer partido del sector juvenil. Domínguez resume: "Le espera un fin de semana intenso".