El Alondras selló prácticamente la permanencia al vencer contundentemente al Choco, aspirante a entrar en la fase de ascenso. El resultado se puede considerar justo, pero engañoso a la vez, ya que ambos equipos dispusieron de cantidad de ocasiones. El Alondras, que últimamente estaba negado cara el gol, demostró más eficacia que su rival. Ambos conjuntos ofrecieron un partido muy vistoso, donde los ataques se impusieron claramente a las defensas.

Los dos contendientes saltaron al campo de O Morrazo con la clara intención de ir a por el partido. El ritmo de juego era alto, a pesar del fuerte calor que reinaba en la tarde de ayer. Golpearon primero los locales con un bonito tanto de Andrés, que aprovechaba un rechace del guardameta Cortegoso para inaugurar el marcador con una chilena. Apenas dos minutos después un fallo defensivo en la zaga visitante dejaba solo a Jony, que batía a Cortegoso por alto con una vaselina. No hubo que esperar mucho para que el Choco recortase diferencias, con un tanto de puro nueve de Pablo Couñago. Rozando el final de la primera parte, los jugadores acusaron la alta temperatura y decayó un poco el ritmo de juego, pero sin dejar ni uno ni otro de crear ocasiones de gol. Tanto Martín como Cortegoso tendrían mucho trabajo bajo palos durante los noventa minutos.

Comenzaba el segundo acto con un Alondras muy alegre en todo momento en ataque. Jony enviaba un balón al travesaño, mediada la segunda mitad. Eran momentos de un ligero dominio por parte del Choco, pero que careció de efectividad en ataque para poder llevarse algo positivo. Entrando en la recta final del encuentro, Mauro recibía en la frontal del área y batía con un disparo ajustado a Cortegoso por tercera vez.

El Choco mostró mucho descaro y valentía en ataque, pero poca seriedad en defensa. Si el encuentro ya parecía finiquitado con la ventaja alondrista, Carlos Campo, en el 89, sentenciaba la contienda. El centrocampista local culminó una jugada individual, llena de velocidad y potencia, batiendo con calidad en el mano a mano a Cortegoso. Con todo decidido y sin apenas tiempo extra se llegaba a la conclusión de uno de los encuentros más vistoso de los presenciados este año en feudo alondrista.