Vicente Del Bosque compartió una charla en el Centro Cultural Novagalicia Banco en la que expuso su método para dirigir un vestuario de fútbol y respondió a algunos de los desafíos que le plantea a menuda su profesión. Con un variopinto auditorio en el que había componentes de las categorías inferiores del Rápido, técnicos, padres de pequeños futbolistas y aficionados en general, Del Bosque defendió por encima de todo la "normalidad" como sistema y destacó la importancia de valores como la generosidad, el respeto o la humildad en un mundo cada vez más complejo como el fútbol.

Sin entrar en demasiadas cuestiones concretas relativas a su cargo de seleccionador, el salmantino dejó desde el principio bien clara su forma de actuar a la hora de manejar un equipo de fútbol: "Creo en las buenas relaciones para gestionar un grupo y estoy seguro de que se está más cerca de ganar si nos llevamos bien". En ese sentido -y aquí fue donde hizo una de las alusiones a jugadores en concreto- citó el ejemplo que en la selección española habían dado los porteros con su ejemplar actitud: "Lo pongo como ejemplo porque es bueno que se sepa. Cuando llamamos a Víctor Valdés siempre se decía que era un error por su carácter. Pues llegó a la selección y desde el primer momento ha tenido un comportamiento ejemplar, ha sido un excelente compañero y ha asumido su papel sin rechistar. Lo mismo puede decirse de Reina de quien a veces se dice que está en la selección por otras cuestiones, pero es un jugador importante para el grupo y por lo excelente profesional. Y lo mismo podía decirse de Casillas".

Del Bosque repasó en diferentes momentos de su charla las experiencias que fue viviendo desde que llegó al fútbol profesional e insistió en que "eso es lo que yo he tratado de transmitir cuando me he hecho cargo de otros equipos". Destacó el peso enorme que tuvieron los 37 años que pasó en el Real Madrid que le formaron como persona al principio y que le luego le dieron la oportunidad de ayudar en la formación de otros futbolistas: "Fui muy feliz en aquella tiempo, tanto en una función como en otra. Suelo decir que entré como botones y salí como director del banco. Orgullo de aquella experiencia y un poco lo que aprendí en ese tiempo es lo que he intentado inculcar en los futbolistas que han estado conmigo".

Explicó el seleccionador nacional con cierta gracia que a veces cuando se trata de manejar un vestuario es importante que el futbolista "crea que es el que manda, aunque en realidad quien lo hace es el entrenador. Por eso creo en la importancia de las buenas relaciones, de manejar con normalidad las situaciones que se vayan produciendo. Yo prefiero ese estilo porque al final cada uno defiende el tipo de gestión que prefiere hacer. En ocasiones quien parece muy autoritario no lo es tanto ni se impone tanto como la gente se cree".

Del Bosque destacó el progreso que ha tenido España en los últimos años en todos los sentidos y también en el fútbol: "A veces nos dejamos llevar por el pesimismo, por el catastrofismo, pero este país ha cambiado mucho. Y el fútbol más. Ahora salen futbolistas a jugar a otras Ligas y montones de entrenadores y eso nos ha enriquecido mucho. Me gusta decir que somos campeones del mundo entre 209 selecciones del mundo, no solo de las 32 que llegan a la fase final".

Insistió en ese sentido en la importancia de "la normalidad, comportarse con normalidad unos y otros y no es sencillo sobre todo en un tiempo en el que vivimos una era de extremos. Las cosas solo son buenas o malas". En relación a este asunto Del Bosque apoyó las recientes declaraciones de Martino sobre lo poco que se habla de fútbol en España: "El dijo que había visto la acción de Busquets entre 750 y 800 veces y que se guardaba la opinión. Lo mismo digo yo. La gente emite esa acción tantas veces y no se pone de acuerdo, pero sin embargo quieren que el árbitro decida en un segundo y acierte". Y lanzó una pequeña "picada" hacia los programas televisivos nocturnos y sus interminables polémicas.

El seleccionador puntualizó en relación al próximo Mundial de Brasil que "lo normal es que no ganemos porque es muy difícil y porque repetir un título así es algo que apenas se ha dado en la historia. Es importante también decirlo porque otra cosa sería de mal gusto. - insisto en que tenemos que comportarnos con normalidad".

Defendió la actual generación de futbolistas de la selección española, de quienes alabó su calidad como futbolistas y su gran nivel humano, y relativizó en ese sentido su papel dentro del colectivo: "A veces a la mayoría de las selecciones se las relaciona con un futbolista como la Brasil de Neymar, la Portugal de Cristiano, la Argentina de Messi...creo que lo bueno de España es que el equipo es lo que manda por encima de todo, el equipo es el verdadero protagonista. Fue Luis Aragonés el que comenzó a referirse a "La Roja" y aunque a gente no le pareció bien a mí me parece perfecta esa simplificación, el protagonismo que adquiere el colectivo". Pese a que dio una importancia mayúscula al grupo también mostró su disconformidad con que los jugadores de la selección nunca se hayan visto acreedores de grandes premios individuales que han seguido cayendo en manos de Messi o Cristiano Ronaldo: "Creo que sí hubo un momento en que se tenía que haber reflejado en los premios individuales los triunfos de la selección".