Muchos clubes, entre ellos el Celta, están pendientes de cómo se interpreta la sanción de la FIFA. Según los primeros análisis, el Barcelona no podrá inscribir jugadores (aunque los obtuviese como cedidos) pero sí venderlos. Y sí podrá cambiar de entrenador, lo que deberá acometer si se confirman los rumores de que Tata Martino ejecutará la clásula de su contrato que le permite abandonar el club este verano.

La prohibición de fichar afianzaba las opciones de Rafinha de hacerse un hueco en el primer equipo. Medios como Mundo Deportivo aseguran que el club puede recuperar a sus cedidos. Catalunya Radio, en cambio, explica que Rafinha, aunque en préstamo, está inscrito como jugador del Celta hasta junio y por tanto el Barcelona debería volver a inscribirlo como suyo, cuestion que tendría vetada. Así que debería renovar su estancia al Celta o buscarle otro destino.

Caso especial es el de Fontás. Ha completado el cupo de partidos necesario y el Celta ha pagado un millón de euros por su propiedad. El Barça tenía la opción de recuperarlo si desembolsaba a su vez un millón y medio antes del 31 de mayo. Como siempre sería inscrito ya en junio, se supone que la prohibición de la FIFA le afecta. Fontás no contaba para el proyecto azulgrana, pero la situación que se ha abierto desde ayer podría haber modificado esa opinión.

En Praza de España prefieren mostrarse cautos y estudiar bien la resolución de la FIFA. Temen que el Barça lo recompre y lo ceda a otro club hasta 2015, aunque en realidad en verano de ese año el club catalán ya podrá fichar y Fontás habrá perdido su utilidad.

Por otra parte, y más allá de que Luis Enrique vuelva a entrar en la quiniela de candidatos al banquillo, hay piezas en el filial azulgrana, esencialmente Denis Suárez, que interesan. Pero si el mercado se le cierra, será difícil que el Barça se desprenda de talentos que puede necesitar, aunque sea puntualmente.