El Mundial de Fórmula 1, marcado por el caos en su inicio hace dos semanas en Albert Park, afronta aún con más incertidumbre la segunda cita del curso en el Gran Premio de Malasia, donde el calor extremo y la agobiante humedad amenazan la frágil fiabilidad de los monoplazas, en una carrera que vuelve a situar a Mercedes como favorito al triunfo.

La apertura del Mundial en Australia confirmó los presagios tras un pretemporada plagada de incidentes en casi todos los equipos y apenas 13 pilotos completaron la clasificación de la carrera, confirmando que los equipos no han tenido tiempo suficiente para adaptarse al revolucionario cambio de normativa.

Cabría esperar que, con dos semanas más de margen, podría mejorar la fiabilidad de los monoplazas, pero se interpone el clima extremo de Malasia, con temperaturas sobre el asfalto que podrían alcanzar los 45 grados y una humedad que pondrán a pruebas las unidades de potencia con los novedosos motores V6. Para añadir incertidumbre, no se descarta que la lluvia también asuma protagonismo.

Mercedes se antoja como el principal aspirante a dominar el fin de semana al igual que en Australia, donde Lewis Hamilton se adjudicó la 'pole' y su compañero Nico Rosberg, la victoria. El alemán, a un triunfo de igualar a su padre Keke con cinco victorias en la Fórmula 1, ha reconocido que vuelven a partir con el coche "más rápido".

Este optimismo se extiende al resto de escuderías con motor Mercedes (McLaren, Williams y Force India), más aún en un circuito como Sepang, que tiene dos largas rectas en las que la potencia juega un papel fundamental. El sorprendente debutante Kevin Magnussen y Jenson Button, que también se subieron al podio en Albert Park -el británico tras la descalificación de Daniel Ricciardo (Red Bull)-, ilustró el gran rendimiento de los coches propulsados por la casa de la estrella.

En cuarta posición finalizó Fernando Alonso, que no escondió su decepción tras una carrera en la que esperaba una pelea más equilibrada con sus rivales. Al menos, se consoló tras la carrera recordando que Sebastian Vettel (Red Bull) y Hamilton, a los que considera públicamente sus dos máximos rivales por el título, se fueron con las manos vacías de Oceanía.

Por su parte, Red Bull está obligado a reaccionar tras una carrera frustrante en la que Vettel abandonó nada más empezar y Ricciardo vio ensombrecido su gran debut con una descalificación por exceder el límite de combustible, decisión que llevó a su equipo a apelar, aunque el fallo no se conocerá hasta después del Gran Premio de Bahréin.

La carrera, que se disputará en horario matinal español (9.00 del sábado la calificación y 10.00 del domingo la carrera), estará marcada por la desaparición del vuelo MH370 de Malaysian Airlines. Los pilotos no han tardado en expresar su apoyo a los familiares de los pasajeros y, por ejemplo, Hamilton llevará un mensaje que dice '#PrayForMH370' ('Recemos por el MH370') en el lateral de su Mercedes.