Un mal que no cesa. Las pistas de Balaídos de atletismo se caen a pedazos y no hay nadie que ponga de su parte para evitarlo. Así lo denuncia en un vídeo de unos once minutos de duración David Gómez, que realiza una radiografía en la grabación del estado de unas instalaciones que apenas han tenido reformas desde su inauguración en 1982, con el consiguiente quebradero de cabeza para los numerosos deportistas que cada día acuden allí para entrenar y prepararse para sus competiciones.

Las peticiones para realizar obras de calado en las pistas viguesas vienen de lejos. En 2009, la Xunta tumbó un proyecto de 5 millones de euros aprobado por el anterior gobierno y el Concello. Cuatro años después, la situación no ha diferido en exceso y las instalaciones se van deteriorando cada vez más, con el consiguiente perjuicio para los atletas.

Gómez realiza en la grabación un recorrido por los principales puntos críticos de Balaídos. Comienza el rosaleiro deteniéndose en la colchoneta usada para los saltos de altura, en la que tras veinte años de uso el acolchado se sale por las costuras de una tela que no resiste el paso de los años. El rosaleiro critica en este caso que "haya una nueva guardada en el almacén que no dejan usar".

También al aire libre señala el atleta del Celta los problemas que se encuentran con el tartán en la zona de lanzamientos. "Se cae a trozos y en invierno cuando llueve se encharca", señala Gómez, que añade: "Hay baches en los círculos, tartán también pero a nadie le preocupó".

Antes de introducirse en los interiores de las instalaciones para señalar las deficiencias en vestuarios llenos de humedades, gimnasios o almacenes, el rosaleiro detalla el poco cuidado de la hierba en las zonas destinadas al trote, con "tierra súper dura, baches" y los problemas que han encontrado en la celebración de algunas pruebas los jueces en las redes que protegen los lanzamientos, con multitud de remiendos y con los postes que las sujetan torcidos.

Sin embargo, los problemas no se ciñen únicamente al exterior. En la puerta de acceso al almacén no se ha repuesto la alarma rota, por lo que no se pudo hacer nada para evitar que hace dos semanas un grupo de personas entrasen por la fuerza causando serios desperfectos al material de entrenamiento.

Precisamente, los utensilios del gimnasio y el propio espacio se caen de "viejos", con "barras torcidas, pesas rotas". "Aun así salen atletas olímpicos", ironiza Gómez en su discurso.

La falta de cuidados llega hasta el almacén, donde el caos preside todo, con material suelto por todos los lados y sin espacio para organizarlo todo adecuadamente. Incluso se da el caso de tener que utilizar un aseo para guardar objetos y que una puerta de emergencia quede completamente inutilizada por que haya varias vallas agolpadas.

Un cúmulo de circunstancias que hace que los atletas de Vigo y su comarca tengan que convivir con unas condiciones prácticamente tercermundistas tanto en infraestructuras como en mantenimiento que hacen muy difícil en varias ocasiones poder realizar un correcto entrenamiento. Motivos por los que David Gómez clama por Balaídos.