Vuelta a la normalidad. La Federación Española recula y ha modificado ciertos aspectos del reglamento. Los árbitros de Primera División instruyen estos días a los clubes para informarles de las modificaciones y que éstas no pillen por sorpresa.

El único colegiado gallego en la máxima categoría, Ignacio Iglesias Villanueva, acudió ayer a la Ciudad Deportiva de Abegondo, donde explicó los dos cambios que se han introducido. El más importante, sin duda, será el regreso a las normas de hace dos temporadas en el caso de las manos en los centros al área.

La temporada pasada, los árbitros se cebaron en especial con este tipo de acciones, amonestando en todo momento cualquier mano que cortase un envío en largo en cualquier parte del terreno de juego. El Celta sufrió en sus carnes esta circunstancia en dos ocasiones. Primero fue Gustavo Cabral, que se fue a los vestuarios antes del descanos por cortar de manera involuntaria un centro en Vallecas, y dos meses después, le sucedió lo mismo a Augusto, que fue expulsado ante la Real Sociedad en Balaídos, dos encuentros que los vigueses tenían controlados y en los que solo sumaron un punto.

Iglesias Villanueva informó de que en las jugadas con centros "al área donde hay jugadores de varios equipos y un defensa corta el balón con la mano, este año no se va a sacar amarilla".

"Eso va a suponer un ahorro de tarjetas para los futbolistas", comentó el árbitro, quien matizó que "el hecho de valorar cuando es mano y cuando no, sigue igual que el año pasado" y es el colegiado el que decide.

Respecto a los fueras de juego, en los que también se ha cambiado el criterio, Iglesias Villanueva explicó: "Solo se va a sancionar a un jugador que está en fuera de juego cuando interfiere realmente en el juego, interfiere en el adversario o intenta sacar ventaja de su posición de fuera de juego".