El fútbol femenino español busca su sitio y la Eurocopa de Suecia es el lugar perfecto para lograrlo. Su objetivo de hacer un buen papel pasa por un estilo romántico en el que destaca el buen dominio del estérico en detrimento de otros componentes tácticos como puede ser una solidez defensiva. Darán espectáculo. Los aficionados disfrutarán con el equipo que dirige Quereda, pero quedará ver si los resultados acompañan a una generación de jugadoras que tienen mimbres suficientes para hacer un buen papel en el país nórdico.

De momento la Eurocopa no ha podido empezar mejor. España doblegó a Inglaterra (2-3) en otro partido épico. Un encuentro que enamora al espectador, pero que ha mostrado que el gran punto débil de la Roja reside en su zaga. Verónica Boquete tiró del carro y fue la encargada de anotar el primer gol en el torneo. Después, Hermoso y Putellas dieron la estocada al cuadro británico en un final de infarto en el que se marcaron tres tantos en menos de diez minutos.

El conjunto que dirige Quereda piensa ya en Francia. España se enfrentará el lunes al combinado galo, uno de los favoritos a triunfar en Suecia y que también ha empezado el torneo con un triunfo (3-1 sobre Rusia). Ese duelo dirimirá el potencial de la Roja. El equipo que lidera Verónica Boquete llega con la tranquilidad de que, a pesar de la derrota, llegará a la última jornada ante las rusas con opciones serias de pasar a la siguiente eliminatoria.

El objetivo no es otro que hacer un buen papel en el Europeo. El fútbol femenino español y, sobre todo, su estilo quieren dejar huella en el torneo continental. La generación de Verónica Boquete ya ha demostrado que no es la Cenicienta de la competición. Su siguiente paso es lograr sellar el billete para unos cuartos de final que permitirán, como mínimo, que España pugne por ser una de las actuales potencias del fútbol europeo.