El capitán del Celta de Vigo, Borja Oubiña, ha hecho, tres días después de que su equipo certificase su permanencia en Primera División, un balance "positivo" de la temporada, pero al mismo tiempo ha dejado claro que cumplir el objetivo que se había marcado el club no debe aprovecharse para ocultar los "aspectos negativos".
"Cuando dejas a tres equipos por debajo, el balance tiene que ser bueno, pero la temporada también deja aspectos negativos como haber estado tantas jornadas en descenso en la segunda vuelta, y eso demuestra que la temporada no ha sido redonda", ha afirmado a los periodistas.
El mediocentro gallego, tras participar en la recepción que el alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha realizado a una expedición del club en el ayuntamiento de Vigo, ha lamentado que la plantilla "dejase de competir" en "algún momento" de la segunda vuelta.
"En la primera vuelta fuimos un equipo súper reconocible, que sabía lo que hacía, y en la segunda fuimos todo lo contrario. La permanencia no puede ocultar ciertas situaciones que se dieron. A nivel de jugadores llegó un momento en el que dejamos de competir, pensábamos que la Primera era fácil y es todo lo contrario", ha criticado.
"Aquí -ha continuado- en el momento en el que bajas un pelín el nivel dejas de ganar, y eso provoca que entren dudas, empieces a perder confianza y que también pierdas la identidad, como nos pasó en la segunda vuelta".
Para Oubiña, la plantilla no se merece mucho más que un "aprobado": "Nos salvamos, por eso como mínimo le daría un seis al equipo. Aun así, no podemos permitirnos poner una cortina delante, hay que saber que nos hemos salvado pero que hemos pasado 15 o16 jornadas en descenso y eso no es positivo para hacer una valoración".
Preguntado por el futuro de su entrenador, el capitán celeste ha comentado que "no tengo ni idea que va a pasar. Abel tiene contrato y a día de hoy es nuestro entrenador. El club no creo que me vaya a pedir mi opinión y si lo hiciese no se la daría. A lo mejor en el club saben cosas que nosotros no sabemos".
