El portero de Osasuna Ricardo López Felipe, de 41 años, ha anunciado ayer su retirada como futbolista profesional agradecido al club navarro, a la afición y a los compañeros, quienes han arropado al guardameta madrileño en la sala de prensa de las instalaciones de Tajonar. Lo curioso del caso es que Ricardo ha mencionado al arquero céltico Rubén Blanco como una de las "razones" del adiós.

"No es que yo deje el fútbol, es que el fútbol me deja a mí, porque con 41 años la gente ya no te quiere, es la verdad. Fíjate, hay un portero en el Celta con 17 años. Cómo vas a competir con ellos, y con Andrés y con Asier. Se recorren la portería en una vez y a mí me cuesta tres veces. Es una realidad", apuntó.

Además, ha asegurado que se prepara para ser técnico. "Me estoy formando para ser el gran entrenador que voy a ser. En tres o cuatro años se me van a rifar los grandes de Europa y sólo se va a hablar de mí", dijo entre risas.