El Real Madrid ya empieza a moverse por donde le gusta a Florentino Pérez cuando de hacer fichajes se trata. El club blanco ha sacado el talonario y ha comunicado al Tottenham que está dispuesto a pagar 70 millones de euros por Gareth Bale.

Los 70 millones de euros suponen un incremento importante con respecto a la primera cifra barajada, de 50 millones, y con ello se supone por parte de la "casa blanca" que se ablandará la voluntad del club inglés, cuyos representantes están convencidos de que no podrán evitar la salida de Bale. Pero los mandatarios del Tottenham juegan a hacerse los duros para sacar más dinero de la operación, cuestión nada difícil cuando está por el medio el presidente del Madrid.

También juega a favor de los dirigentes del Tottenham que el jugador ha dejado claro que no forzará para nada su marcha, a diferencia de lo que pasó el año pasado con Modric, entonces jugador del club londinense.

Para que no se diga que la dureza al menos aparente es sólo cosa de los ingleses en esta operación Florentino Pérez ha puesto plazo. La oferta es sólo válida hasta el 15 de junio. Para entonces es muy posible que la plantilla del Madrid se haya aligerado de argentinos. Di María apunta al Mónaco e Higuaín al Juventus. Con lo que saque de ellos Pérez aliviará el coste del fichaje de Bale.

Mientras entre hoy y mañana podría quedar resuelta la salida de Carlo Ancelotti del París Saint Germain para convertirse en el entrenador del Real Madrid, previo pago de siete millones .

Luis Suárez, por su parte, aseguró ayer en declaraciones a una emisora de radio de su país que "es difícil decir no al Madrid", al preguntársele qué sabe del interés del club blanco por él, para matizar a continuación que "de momento no hay nada en concreto".

El internacional uruguayo tuvo palabras de elogio para el Liverpool, aunque el cariño no se extiende al resto del país. "Sólo tengo palabras de agradecimiento para el club y los hinchas. Me encanta estar en Liverpool pero creo que el trato recibido los últimos meses... Cometí un error y pedí perdón, pero se ha hablado de cosas que no tenían nada que ver con eso", expresó. Y es que el mordisco que dio en un partido al defensa del Chelsea Ivanovic le ocasionó muchas y duras críticas. "Me han pegado por todos lados, uno es humano pero han llegado a hablar de aspectos que no tenían que hablar, tengo una familia que también sufre y han sobrepasado los límites. No estoy preparado para seguir aguantando a los periodistas ingleses".