El Celta se encuentra al borde del abismo sin duda por méritos propios, por la suma de varios factores que han derivado en una pésima temporada en el ansiado retorno a Primera División. Sin embargo, no se puede pasar por alto el trato que el conjunto vigués está recibiendo por el cuerpo arbitral, especialmente en las últimas semanas, errores que se suman a los vistos en otros encuentros de rivales directos, en los que casi siempre el colegiado se erige protagonista.

El enésimo golpe al Celta llegó ayer de la mano de Fernando Teixeira Vitienes y uno de sus asistentes, que bajo la sorpresa de todo el mundo, señalaron un fuera de juego completamente inexistente a Andrés Túñez cuando éste se quedó solo en el área tras recibir una precisa asistencia de Quique de Lucas, jugada que terminaría con un potente disparo del central céltico que se coló en la escuadra de la portería defendida por Adrián. Una decisión incomprensible, ya que Túñez en el momento que golpea el balón su compañero está por detrás de tres defensores del Betis, más pendientes del resto de rematadores vigueses.

Un error que se une a los sufridos hace dos semanas en la visita al Levante, cuando Muñiz Fernández se encargó en la segunda mitad del partido de complicar las cosas al Celta, inventándose un penalti de Jony y amonestando a Iago Aspas por, presuntamente, fingir una caída, dos amonestaciones que finalmente serían retiradas por el Comité de Competición.

Dos encuentros antes, los célticos cayeron en Mallorca en el tiempo de descuento, minutos después de que Gil Manzano obviase dos claros penaltis a Mario Bermejo y Andrés Túñez, impidiendo a los de Abel Resino tener la clara oportunidad de adelantarse en el marcador y cambiar el signo del choque y sumar unos puntos vitales en la pelea por la permanencia.

Curiosamente, Teixeira Vitienes y Gil Manzano fueron protagonistas en estas dos últimas jornadas en los partidos del Zaragoza ante Rayo Vallecano y Levante, con decisiones que favorecieron los intereses del conjunto maño, uno de los rivales directos del Celta esta campaña. En el encuentro ante los madrileños, el colegiado que dirigió ayer al Celta se inventó un penalti por unas presuntas manos de Jordi Figueras, cuando el balón golpea claramente en la pierna. El pasado viernes, ante el Levante, Gil Manzano no señaló la pena máxima tras golpear el esférico en el brazo de un defensor del Zaragoza y anuló un gol legal a los valencianos.

Errores con los mismos protagonistas en distintas direcciones.