El Olympiacos reservó una plaza en la final de la Euroliga de mañana al imponerse con claridad al CSKA de Moscú (52-69) en la primera semifinal de la Final Four que se disputa en Londres. Los griegos de Georgios Barzokas dejaron sin argumentos al conjunto que esta temporada dirige el italiano Ettore Messina y que la pasada campaña sucumbió ante ellos por tan solo un punto, en la final de la máxima competición europea. Sin los rusos Alekséi Shved y Andréi Kirilenko, los dos puntales del CSKA la pasada temporada, este año en los Minnesota Timberwolves, los rusos resultaron arrollados por un Olympiacos que había sucumbido ante ellos en cuatro de sus últimos cinco choques.

Fue Georgios Printezis el que tomó las riendas de Olympiacos. El alero ateniense no fallaba un tiro y su compañero Vassilis Spanoulis, distinguidocomo jugador más valioso del torneo, dirigía a los suyos con precisión ante un CSKA que no daba con la forma de frenar a los griegos hasta que el serbio Nenad Krstic saltó al parqué a mitad del primer cuarto para poner orden bajo los aros.

A los de Messina les fallaba además el pulso en los tiros libres, con seis de ocho fallados en el descanso, mientras que los griegos anotaron el 90 por ciento de las opciones con el juego detenido. Diecisiete puntos por debajo en el tercer cuarto, los rusos naufragaban por momentos en un pabellón inundado por el rugido de la afición griega.

El estadounidense Sonny Weems y el ruso Víktor Khryapa remaron en el último tramo del encuentro para tratar de salvar una distancia entre ambos equipos que resultó finalmente decisiva.