El ciclista español Benat Intxausti (Movistar) lidera el Giro de Italia al aguantar con éxito una dura jornada debido a la orografía del terrero y la fuerte lluvia cayó en los últimos kilómetros de la séptima etapa que concluyó en Pescara con triunfo del australiano Adam Hansen (Lotto). La camiseta rosa de líder de Intxausti es, de alguna forma, una recompensa al buen trabajo que está realizando su equipo en el comienzo de la carrera como lo demostró en la segunda jornada, en la contrarreloj por equipos.

Intxausti ya acarició la camiseta rosa al ser segundo su equipo en la crono, tan sólo superado por el Sky que comanda el británico Bradley Wiggins, último ganador del Tour de Francia, gran favorito para el podio final del Giro y que en el séptimo día de carrera tuvo una caída y entró a dos minutos y medio del ganador.

Los 162 kilómetros de la jornada, entre San Salvo y Pescara, fueron recorridos por Hansen en 4 horas, 35 minutos y 48 segundos. Tras él cruzaron la línea de meta Battagin y Di Luca a 1:07 minutos dando tiempo a un primer pelotón en el que no estaba ni el líder en la salida, Paolini, ni Wiggins que necesitaron más de dos minutos más que el vencedor. La general, ahora, queda con Benat Intxausti (Movistar) al frente seguido del italiano Vicenzo Nibali (Astana), a 5 segundos, y el canadiense y Ryder Hesjedal (Garmin), a ocho segundos.

"Tiene un sabor un poco diferente al de una victoria, pero un significado muy importante al ser la camiseta de líder de una gran vuelta. Es la recompensa a todo el trabajo del equipo y el mío en los últimos años", declaró el corredor vasco.