El Barcelona ha hecho mucho ruido al caer y esa puede ser una de sus tablas de salvación de cara al futuro. El estruendo del 0-7 contra el Bayern de Múnich en las semifinales de la Champions invita a pensar que el club azulgrana necesita una transformación que se ha ido aplazando en una temporada demasiado provisional y donde los vicios y carencias de la plantilla han terminado por multiplicarse y hacerse más evidentes en el momento cumbre de la temporada.

guardiola. Su capacidad de liderazgo es lo que más ha echado de menos el Barcelona. El club hizo creer que sin él las cosas podrían seguir por el mismo camino, pero el tiempo ha demostrado que no. El nivel de exigencia que aplicaba era máximo. Su Barcelona jugaba mejor por la calidad que había en el vestuario y porque nadie corría más que ellos. Sin él, el equipo se fue acomodando en su calidad y se olvidó de entrenar de la misma manera. Se veía en el campo cada fin de semana. Y cuando llegaron los aviones no estaban en condiciones de competir con ellos.

vilanova. Su manejo del vestuario pareció impecable hasta su larga ausencia a comienzos de año cuando ingresó en Nueva York para tratarse el tumor. Su ejemplo vital supuso un punto de apoyo en muchos momentos, pero la distancia acabó por darle al banquillo una sensación extraña de provisionalidad que hizo daño al equipo. Ahora Tito tiene que demostrar que se siente con fuerzas para liderar el proyecto y para tomar decisiones importantes. Otra cosa es que se le deje desde los despachos. Cuando Guardiola hablaba nadie se atrevía a discutir. No está tan claro que Vilanova tenga el mismo efecto.

messi. La dependencia del argentino ha sido inmensa. No se concebía una jugada de ataque sin su participación. Eso se convierte en un problema tarde o temprano. Los que están a su alrededor se acomodan, otros directamente eluden responsabilidades. "Que lo arregle Leo" parecían decir muchas tardes. Y Messi pudo con casi todo. La gestión de su lesión en el útimo mes ha sido un ejemplo disparatado de cómo no se deben hacer las cosas. Jugó minutos innecesarios en Vigo o Bilbao que le impidieron estar a tope en los partidos capitales de la temporada. Un exceso producido por el ansia infinita de un futbolista al que alguien debería haber puesto freno. Hay récords de los que se puede prescindir, pero partidos que no.

relevo. Hay puestos clave que el Barcelona tiene que cubrir cuantos antes y que posiblemente le obligarán a acudir al mercado de forma sensata. Puyol es un evidente ejemplo. Su pérdida ha sido una tragedia porque Piqué no está preparado todavía para liderar esa línea. Invita al desorden. Tampoco será sencillo dar el relevo a Xavi cuyos problemas físicos le limitan de forma exagerada. Villa, Alexis, el relevo en la portería....mucho trabajo espera en los despachos al Barcelona.

neymar. En el futuro más próximo aparece Neymar, jugador que nadie sabe cómo casará con Messi y con el fútbol europeo en general. Su seguro fichaje, una conquista personal de Rosell, recuerda otra época del barcelonismo cuando los patinazos se curaban con un par de portadas y una cara nueva.