El fútbol siempre da una segunda oportunidad. El Celta vivió en sus carnes ese tópico del balompié. Hace siete días encajaba una dolorosa derrota en Son Moix. Ese tropiezo le situaba en el farolillo rojo de la categoría. Una semana después, un gol de Mario Bermejo en el descuento mete al conjunto vigués en la pelea por la permanencia. El colista, tras el crucial duelo de Balaídos, es el Zaragoza. El celtismo no se rinde. El equipo de Abel Resino ha demostrado que tampoco bajará los brazos. La victoria le vuelve a situar a un partido de renovar su continuidad en la élite del fútbol español.

Abel Resino optó por dar continuidad al once de Son Moix. El técnico manchego también repetía idea de juego. Apostaba por dar solidez al centro del campo y arropar a una zaga que volvió a estar formada íntegramente por jugadores formados en la factoría de A Madroa. Manolo Jiménez también daba contención a su sala de máquinas. Paredes se confirmaba como el sustituto del sancionado Álvaro mientras que Pintér sería el acompañante del veterano Movilla en el doble pivote.

El encuentro fue intenso, vibrante. Ambos conjuntos buscaban con rapidez la portería contraria. El Zaragoza comenzó mejor plantado sobre el tapete de Balaídos. Los maños se encontraban cómodos ante un Celta que era incapaz de encontrar grietas en su oponente. El cuadro visitante avisaba con un disparo lejano de Pintér que obligaba a Javi Varas a emplearse a fondo. Poco después llegaría la réplica de los de Abel Resino. Álex López "pescaba" un error de la retaguardia aragonesa, pero su disparo cruzado se encontraba con la pierna de Roberto.

La ocasión del medio ferrolano catapultaba a los locales. Empezaban a dominar al rival. A madurar un partido en el que necesitaban con urgencia los tres puntos. Cuando el Celta más cómodo se sentía llegaría el tanto del Zaragoza. Sapunaru aprovechaba una acción a balón parado para batir a Javi Varas. Balaídos encajaba un nuevo golpe. Varapalo para una afición y un equipo que empezaban a ser los dominadores del encuentro.

Los hombres de Abel Resino tiraron de casta. La grada seguía empujando continuamente. No había lugar para la rendición. Álex López empezó a aparecer por todas partes. Llegaba una y otra vez, rompiendo la endeble defensa visitante. Precisamente, el ferrolano sería el encargado de poner las tablas en el marcador. Un cabezazo del "ocho" celeste sorprendería a Roberto, que atrapó el esférico dentro de la línea de gol.

El Celta se convirtió en el dominador del encuentro. Krohn-Dehli empezaba a recordar a aquel jugador que enamoró a la afición a principio de temporada. El equipo vigués encerraba en su campo a un Zaragoza que sólo tenía la contra y las jugadas a balón parado como armas para sorprender a los discípulos de Abel Resino.

En el segundo período las fuerzas se equilibraron. El miedo a perder lastraba a ambos conjuntos. Sin embargo, Abel Resino decidió mandar un mensaje valiente a su equipo. Retiró a Jonny, que tenía amarilla, para poner a Park. El Celta cambiaba el guión mostrado en los últimos minutos de Son Moix. El manchego sólo se conformaba con los tres puntos. La victoria era el punto de inflexión que necesitaba el cuadro celeste para romper su mala dinámica de resultados.

El Celta buscaba la remontada con el corazón. Se refugiaba en el talento de Orellana, Krohn-Dehli y Augusto Fernández y en el golpe definitivo de sus dos arietes en liza, Park y Mario Bermejo. El Zaragoza metió el miedo en el cuerpo a la parroquia local con el balón parado. En una de esas acciones quedaría conmocionado Javi Varas. El sevillano se recuperó y logró completar los 90 minutos. El partido se disputaba en el área contraria, aunque el cuadro celeste perdonaba una y otra vez.

En el descuento se desnivelaría la balanza. En esta ocasión el celeste sería el triunfador. En un balón que se paseó por el área, Mario Bermejo, desde el segundo palo y con un remate extraño, acabaría por batir a Roberto. Quedaban tres minutos para la conclusión. 180 segundos que se hicieron eternos para un celtismo que vuelve a presumir de equipo y que cree, más que nunca, en la permanencia. El triunfo de hoy es el premio para aquellos que no se rinden. Y hoy el conjunto de Abel Resino ha demostrado que tampoco sabe de rendición. El tanto del cántabro le permite aferrarse a la vida. Salir del precipicio está a un solo paso.

Ficha técnica:

Celta: Javi Varas; Jonny (Park, 77´), Vila, Túñez, Roberto Lago; Oubiña, Natxo Insa, Álex López (Orellana, 59´); Augusto Fernández, Krohn-Dehli (De Lucas, 84´) y Mario Bermejo.

Zaragoza: Roberto; Sapunaru, Loovens, Paredes, Abraham; Movilla (Stefan, 67´), Pintér; Rochina (Víctor Rodríguez, 59´), Apoño, Montañés (Rodri, 86´); y Hélder Postiga.

Goles: 0-1: Sapunaru (25´); 1-1: Álex López (36´); 2-1: Mario Bermejo (92´).

Árbitro: Del Cerro Grande (comité madrileño). Mostró tarjeta amarilla por parte del Celta a Jonny, Oubiña, Roberto Lago, Natxo Insa y Park mientras que por parte del Zaragoza vieron cartulina amarilla Sapunaru, Movilla y Pintér.