El Club Deportivo Lalín sobrevivió ayer al infierno que supuso tanto para los hombres de Román Blanco como para el Ribadumia de Gabi Leis jugar sobre la hierba sintética del Manuel Anxo Cortizo. Los rojinegros supieron adaptarse mejor a la nueva superficie, que propició un encuentro rápido y entretenido para el público que se dio cita en las gradas. Un gol de penalti de Damián en la primera parte y otro en propia meta de Borja a centro de Dani Méndez en la segunda dejaron los 3 puntos en casa y permiten al Lalín seguir mejorando en la clasificación.

Lalín y Ribadumia sufrieron, sobre todo, durante los primeros 45 minutos para poder controlar tanto el bote de balón como las dimensiones del terreno de juego. Las ocasiones se fueron sucediendo en una y otra área conforme avanzaban los minutos sin que ni Dani Méndez por el bando local ni Changui y Manu Nieto consiguieran materializarlas. Mientras tanto, el riguroso arbitraje de la viguesa Elena Casal desquiciaba a un irreconocible Román Blanco, lo que provocó su expulsión a la media por sus reiteradas protestas. Cuatro minutos después llegaba el primer tanto de la tarde, que supuso la doble amarilla para Santos por unas manos dentro del área, dejando a los suyos con uno menos a partir de ese instante. Damián, uno de los mejores del partido, transformó la pena máxima y puso por delante a los lalinistas con un marcador que no se movió hasta el descanso.

En la reanudación, ambos equipos volvieron a las andadas con constantes incursiones y desplazamientos largos de balón. Dani Méndez lo siguió intentando, pero ayer no fue la tarde del voluntarioso "9" rojinegro, mientras tanto Michi en la portería local y Pajarillo en la visitante deleitaban al respetable con buenas intervenciones. El premio para Dani Méndez llegó en el minuto 82, cuando un centro suyo fue desviado a gol por el defensa del Ribadumia Borja. El tanto de la tranquilidad hizo que Herrero moviera el banquillo local para refrescar al equipo y conseguir llegar al final del encuentro con la misión cumplida.