La derrota y los acontecimientos que rodearon el derbi exigían un examen de conciencia en la plantilla del Celta, que ayer retrasó una hora el comienzo del entrenamiento en A Madroa para abordar en el vestuario "aspectos del juego", explicó Borja Oubiña. El capitán reconoció que el equipo apenas habló de los errores de comportamiento de Mallo y de Aspas en Riazor, centrándose básicamente en lo deportivo: "Hay cosas que no estamos haciendo del todo bien y tenemos que verlas y cambiar", comentó respecto a que los célticos necesitan mejorar sobre todo en defensa para esquivar el descenso.

Tras subrayar que de Mallo y de Aspas "hay poco que comentar", Oubiña insistió en que a la plantilla le "preocupa más lo otro", el juego que los ha llevado a encadenar tres derrotas -Sevilla, Real Madrid y Deportivo-, con lo que han caído hasta el penúltimo puesto, a tres puntos de la salvación.

Sin querer entrar en muchos detalles, el mediocentro céltico admitió que el equipo ha empeorado en el trabajo defensivo: "Nos están haciendo demasiadas ocasiones de gol. Tenemos que intentar mejorar. La producción ofensiva es mayor pero no podemos sufrir tanto atrás. Tenemos que evitar el daño que nos están haciendo los rivales con tan poco". Diez goles han encajado los de Abel Resino en los últimos cuatro partidos, cuando en la primera vuelta del campeonato se mantenían entre los menos goleados.

En la charla del vestuario, el técnico comentó la necesidad de que en los partidos "cada uno esté lo más cómodo posible, que no sea un sufrimiento", apuntó Oubiña, para quien las modificaciones que se plantean "no pasan por cambiar drásticamente lo que piensa el entrenador de juntar más las líneas".

Aspectos básicos del juego del Celta, como juntar las líneas, presionar y jugar con mayor agresividad, no se modificarán, insistió el capitán, pero sí es posible redistribuir los espacios y modificar la posición de la defensa. Con Abel, la retaguardia celeste se adelantó hacia el centro del campo. "Podemos jugar más juntos pero cinco metros más atrás o cinco metros más adelante. Lo importante es que el equipo esté cómodo", resaltó el pivote del Celta.

No obstante, estos posibles cambios no supondrán variaciones importantes en el juego del equipo: "El míster vino aquí con las ideas claras de que el equipo tiene que jugar más junto y ser más agresivo. Eso no hay que cambiarlo, pero quizás la disposición de los jugadores será diferente". "El entrenador es una persona receptiva pero no va a cambiar un ápice su idea del equipo que tiene, pero dentro de ciertas cosas se pueden realizar pequeñas modificaciones y entiendo que nos pueden venir bien".

Para aplicar estos cambios, Abel dispone de casi dos semanas de entrenamientos, pues la Liga no se reanuda hasta el último fin de semana de marzo. De hecho, el técnico ha programado un partidillo con el Celta B para mañana en Balaídos (11.00 horas). Ahí es posible que se puedan ver las modificaciones que analizó ayer con la plantilla antes de iniciar la sesión de trabajo en A Madroa, a donde el equipo volvió después de disfrutar de tres días de descanso.

"Queremos aprovechar el parón para limpiar la cabeza", indicó Oubiña, quien confía en las posibilidades del Celta: "Opciones tenemos muchas".

El capitán dijo que a estas alturas del campeonato resulta "muy difícil ganar". Se salvará, según Oubiña, "el equipo que sea capaz de tener la cabeza centrada lo más posible". Y habló del próximo rival: "Ante el Barcelona es una semana complicada para todos porque hay partidos de selecciones y por ahí hay que ver qué se puede hacer".