Llegar, ver y vencer. Lolo Penas, que se estrenaba en la Media Maratón Vig-Bay, se convirtió en el gran protagonista de la jornada al lograr un triunfo incontestable en una prueba que dominó de principio a fin, destrozando a todos sus oponentes, incapaces de seguir el ritmo del de Arzúa, que completó los 21.097 metros en un crono de 1.05:24. Penas destronó a Hassan Lekhili, dominador incontestable en las tres últimas ediciones, que no pudo acudir a la cita por lesión.

El acento gallego fue el gran protagonista de la jornada, ya que en la categoría de féminas, la vencedora fue la canguesa María Jesús Gestido, tercera en la edición del año pasado, que entró en meta con un buen tiempo de 1.17:49.

La buena actuación de los atletas de la comunidad no se limitó únicamente a los ganadores de la carrera. Solamente la portuguesa Fátima Silva, tercera con una marca de 1.23:42, fue capaz de colarse en el podio, un escalón por debajo de María Yolanda Gutiérrez, segunda con 1.20:55. En categoría masculina, segundo y tercero fueron los pontevedreses Elías Domínguez (1.08:25) y José Antonio Ramallo (1.08:27).

En una edición de récord, como viene siendo habitual cada año que se disputa la prueba, que cumplía ayer su décimocuarto aniversario, 4.800 valientes tomaban la avenida de Samil, con la salida situada más atrás de lo habitual por el cambio de recorrido, acompañados de unas magníficas condiciones meteorológicas para la práctica del atletismo, en un día soleado y con un ligero viento a favor que dejó satisfechos a todos los participantes, a quienes las previsiones habían hecho creer que llovería durante la carrera.

Minutos antes de las 10.30 horas, los grandes favoritos para luchar por la victoria en la Vig-Bay se posicionaban en las primeras posiciones, seguidos por una masa de gente impresionante. Sorprendió negativamente la ausencia de Marco Esteves Morgado y de Mohamed Boucetta. El portugués y el marroquí eran, según todas las quinielas, los dos atletas destinados a poner en dificultades a Lolo Penas, que se encontró con el camino libre para hacerse con la victoria en su debut en la Vig-Bay.

El de Arzúa no quiso sorpresas y desde un primer momento impuso un ritmo feroz que nadie pudo seguir. Penas se escapó pronto de sus rivales y prácticamente realizó toda la carrera en solitario. Por detrás, se formó el grupo con Elías Domínguez, José Antonio Ramallo y Jesús de la Fuente. En el paso por los diez kilómetros, la desventaja de estos con el líder de la carrera era ya de más de un minuto, lo que dejaba entrever las buenas sensaciones con las que Penas llegó a Vigo.

Era ya una carrera contra sí mismo, tratar de evitar una pájara que nunca llegó. Las sorpresas que le deparó un recorrido que no conocía al dedillo no le mermaron las fuerzas y pasadas las 11.30 horas asomaba ya por la recta del Paseo Elduayen de Baiona, donde estaba situada la meta. Penas recibió el cariño, como es costumbre, de los numerosos aficionados que se agolpaban a lo largo del asfalto. El de Arzúa cruzó la línea de llegada entero a pesar del esfuerzo realizado, exultante por la victoria. Tres minutos más tarde comenzaron a llegar el resto de corredores. Elías Domínguez y José Antonio Ramallo, conscientes de que el primer puesto era inabordable disputaron un sprint por la segunda plaza en la que el primero salió vencedor. Poco después cruzaban la meta Jesús de la Fuente, Bruno Soares y David Rodríguez García.

Por su parte, en la categoría femenina, la gran alegría de la jornada fue para María Jesús Gestido, que consiguió el primer puesto que se le había resistido en las anteriores ediciones. La canguesa fue un ciclón, al igual que Lolo Penas, marcando un ritmo imposible de seguir para sus rivales, quedándose a solo treinta segundos de su mejor marca en la Vig-Bay, lo que hizo que llegara a meta más de tres minutos por delante de Yolanda Gutiérrez, dándole tiempo de sobra a celebrar su triunfo. Gestido sucede de esta manera en el palmarés feminino a la portugesa Rafaela Almeida, que al igual que Hassan Lekhili, no tomó parte en esta edición.

Por encima de los resultados deportivos, lo más destacable de la prueba fue la gran salud que demuestra, mejorando y atrayendo a más gente cada edición. La organización no defraudó y todo salió según lo previsto. La nota más positiva fue la ausencia de incidentes de salud, ya que únicamente tuvieron que ser atendidos por los servicios sanitarios dos atletas con una hipoglucemia, uno a la altura de la playa de A Ladeira, muy cerquita de la meta, y otro al final de la prueba. Ambos se encuentran ya completamente recuperados.