El Academia Octavio ha entrado en puestos de descenso por vez primera. Se le combinan el tramo espinoso del calendario y la reacción espumosa del Valladolid, con tres triunfos en un corto plazo de tiempo. Pero el vestuario ha encajado bien la situación. "Disponemos de gente experimentada", recuerda Cerillo al analizar la recta final de la temporada.

La distribución de enfrentamientos tiende a confundir la situación real de la tabla. El Octavio ha encadenado partidos contra los cuatro primeros clasificados (Barcelona, Atlético, Ademar y Naturhouse), además de otros rivales de consideración. Una fase saldada con la cuenta a cero. "Sabíamos que iba a ser casi imposible puntuar, aunque no hubiera estado mal hacer algún punto, como en la primera vuelta", señala Cerillo. "Ahora estamos plenamente concentrados. Cada partido va a ser una final y no de forma tópica".

El presidente académico, Javier Rodríguez, calcula la frontera de la salvación en 19 puntos. Hay quien sostiene que serán necesarios 20 o 21, cifras con las que solo se recuerda el descenso del Teucro. Pero la crisis ha alterado la jerarquía. Propicia al menos más sorpresas y un reparto de puntos más amplio. Siete equipos, de Aranda (16 puntos) a Palma del Río (7), están involucrados en la pelea. Más estrictamente, desde el Puerto Sagunto (14). Cerillo, por ejemplo, descarta como rival directo a la escuadra que visita el sábado As Travesas, el Quabit Guadalajara (15). El equipo que dirige Garralda sumó los primeros puntos de 2013 la pasada jornada, al derrotar al colista. "Pero tienen un buen calendario. Su único peligro era perder con el Palma. Manejan un buen colchoncito", argumenta el extremo izquierdo vigués.

Los duelos directos decidirán la competición. El Octavio recibe a Palma y Frigoríficos; viaja a Valladolid y Sagunto. Los olívicos tienen además otros contrincantes asequibles, en su radio de alcance. Cerillo concreta: "Tenemos que ganar todos los de casa, sin fallo. De lo contrario estaremos prácticamente descendidos. Estamos preparados para asumir esa responsabilidad".

Octavio se ha mostrado irregular desde el inicio de la temporada, alternando momentos plenos y otros de profunda depresión. "En los últimos partidos, tras aquel muy malo ante el Granollers, hemos competido y nos hemos quedado con buenas sensaciones", indica Cerillo, que añade una trascendencia emocional a la matemática del encuentro del sábado contra el Quabit: "Tenemos ganas de medirnos a un equipo más de nuestro nivel para saber exactamente en qué situación estamos".