El Espanyol y el Valladolid firmaron un empate sin goles en uno de los partidos más anodinos de la era del mexicano Javier Aguirre, en el que los catalanes pusieron la iniciativa pero acusaron su falta de pegada ante la defensa de los de Djukic, sobria, efectiva y bien posicionada.

Cornellá-El Prat, de todas formas, sigue inexpugnable. Nadie ha ganado con el nuevo entrenador blanquiazul. El punto deja indiferente a ambos conjuntos, aunque el bloque blanquiavioleta se asegura que los catalanes no le superan en la tabla.

En la segunda parte, el choque no se desvió del guión. Al Espanyol, muy incisivo, le faltaba definición en los metros finales y el Valladolid confiaba en esperar atrás y dejaba a Manucho, desactivado, solo arriba.