El Arosa mantiene una semana más su dinámica positiva. El efecto Piscis se mantiene tras la victoria sobre el Pontevedra B, partido en el que lo mejor para los vilagarcianos fue el resultado dado que su nivel de juego fue claramente en decadencia con el paso de los minutos.

El devenir inicial dejo ver un excesivo respeto entre ambos contendientes. Los filiales abogaban por el rigor táctico defensivo. Dos líneas bien juntas que los locales trataban de desequilibrar con desdoblamientos por banda de los laterales. En una de esas acciones Camiño cogió la espalda a los centrales y dejó de tacón a Juanjo para que este cediese a Hugo que, a bocajarro, manda el balón al cuerpo de Edu Sousa.

La segunda y última acción de peligro de la primera mitad coincidió con el 1-0. Un córner favorable a los visitantes cayó en las manos de Jorge Pérez quien, con su saque, habilitó la ventaja para Eloy en banda izquierda. Éste hizo llegar el balón a Camiño quien lo condujo hasta la línea de fondo para ceder nuevamente para que el delantero juvenil rematase a placer a un metro de la línea de gol.

La segunda parte ya fue otro cantar. El Pontevedra B intensificó su presión defensiva en cualquier zona del campo. Su argumento ofensivo era contraataque tras pérdida y por esas, primero Pazos y luego Pedro, pusieron a prueba a Jorge. Incluso Dani Canosa mandó una falta al larguero mientras el Arosa naufragaba sobre el campo un poco desquiciado con el arbitraje.

Cuando se mascullaba el empate, los de Piscis conectaron un contraataque en el que Camiño prolongó a la espalda de la adelantada defensa para dejar a Hugo solo en el mano a mano con el portero. A la primera no, pero a la segunda pudo mandar el balón a la red y finiquitar el duelo.