El Celta juvenil vuelve a jugar en la tarde del sábado, aprovechando que tiene un desplazamiento corto. El equipo que dirige De Dios viaja hasta Pontevedra, donde le espera un rival que mantiene una ventaja de cinco puntos sobre los puestos de descenso, y que no puede descuidarse. Todo lo contrario de los vigueses, que se mantienen al frente de la competición, con once puntos de ventaja sobre el segundo clasificado, el Deportivo, que este fin de semana tiene otro complicado compromiso al recibir en su campo al Racing de Santander.

Los vigueses son conscientes de que tienen el título en la palma de la mano, pero quieren ir jornada a jornada. Una de las características del Celta, además de jugar al toque, es que le da igual tanto el resultado como el minuto de juego, pues intenta mantener siempre el mismo ritmo, y tanto le da ganar por uno que por tres, pues sigue buscando la portería contraria.

Los célticos saben que no pueden fallar en los campos de los equipos de la zona baja de la clasificación y, por ello, han preparado con intensidad el choque de esta tarde ante los pontevedreses.