El Arosa parece haber agotado la paciencia de su sufrida afición. Llegaba el Mondariz con la vitola de ser el peor equipo de la categoría como visitante y ni con esas el equipo vilagarciano fue capaz de reconciliarse con su parroquia. Paradójicamente se produjo el efecto contrario. Y es que el hartazgo del socio al ver deambular nuevamente a su equipo en A Lomba se reflejó en gritos en contra de la continuidad de Lino González. La junta directiva mantendrá en el día de hoy una reunión para tratar el posible cese del técnico que fue el objetivo de las críticas que ayer se escucharon a voz en grito en la tribuna.

Lo poco bueno que mostraron los arlequinados se vio en la primera parte. Nada más empezar, Hugo dispuso de un mano a mano pero su disparo lejano para superar por alto la mala salida de Javi no tomó dirección a portería. El ritmo alto de juego que interesaba al Arosa fue cortado continuamente. Los visitantes se caían una y otra vez al suelo solicitando asistencia a cada contacto. Con ello consiguieron incomodar a su rival que empezaba a mostrar los primeros indicios de su bloqueo mental cuando juega en su campo.

Las diagonales de Hugo Tei fueron la mejor arma ofensiva del Mondariz. En una acción suya obligó a lucirse a Jorge Pérez, pero en el córner posterior el corpulento interior conectó un testarazo cruzado que esta vez si batió al portero. El 0-1 solo fue el preludio de la debacle. A ese primer golpe el Arosa aún mostró resistencia. Una internada por banda derecha de Santi terminó con un pase de la muerte del canterano hacia Camiño, pero el disparo del capitan salió demasiado centrado facilitando la parada de Javi.

Tras el descanso, los locales trataron de enmendar la plana siendo muy superiores a su rival en la primera media hora. Su profundidad por banda dio como resultado en el primer minuto un disparo con intención de Óscar Guimeráns que repelió un defensa, y porteriormente la acción del penalty que materializó Camiño tras una mano a centro de Hugo desde la derecha. Poco después el propio Hugo llegó forzado a un cabezazo en el segundo palo y Rivas desaprovechó la oportunidad más clara al no acertar con un testarazo a bocajarro tras un córner bien botado por Guimeráns. Y de lo que pudo ser el 2-1 se pasó al 1-2 en solo un minuto. La contemplativa defensa del Arosa permitió una combinación que dejó a Yago solo ante Jorge Pérez batiéndole con calidad con un disparo cruzado al palo largo.

El castigo iba a ser todavía mayor con el 1-3 tras un córner en el que Nico aprovechó la pasividad de la defensa. Fue entonces cuando la grada expresó su repulsa. Muchos abandonaron A Lomba y otros cargaron contra Lino González en unos momentos muy duros para él. El técnico aguantó de pie la repulsa de la grada ejerciendo de parapeto a unos jugadores que mostraron una apatía en los últimos diez minutos que colaboró a encrespar aún más los ánimos.