El Arosa se llevó los puntos de San Pedro tras un partido en el que tiró de oficio y experiencia, sin complicarse y con relativa facilidad ante un Marín que llegaba con ocho bajas. Los visitantes sorprendieron rápido y, después de un par de efectivas contras, se anotaron el primer gol cuando se cumplía el primer cuarto de hora. Luego controlaron el encuentro sin demasiadas dificultades.

Este desarrollo de las cita resultaba difícilmente inimaginable para quien viese los instantes iniciales. Los anfitriones arrancaron con un planteamiento atrevido, con un esquema en el que situaron a tres centrocampistas y tres delanteros. Algo que dio sus frutos en forma de un gol que fue anulado por una falta de un jugador anfitrión sobre otro visitante en un jugada muy embarullada en el área pequeña. Un tanto que había marcado André y tras el que llegó una contundente reacción visitante. Fue en una contra en la que Eloy marcó el primero de los tantos para los de Vilagarcía. Corría el minuto 15.

A continuación el Marín dispuso de unos momentos en los que se mostró aguerrido y con opciones para empatar. Ante ello el Arosa comenzó una táctica para adormecer el encuentro, dominándolo pero dejando morir la intensidad. Algo que se prolongó hasta mediada la segunda mitad. Entonces el encuentro recobró algo de ritmo, pero los locales siguieron denotando la falta de efectivos. De hecho Toño Lodeiro tuvo que completar la convocatoria con cinco futbolistas del filial. Juanito, en una internada por la izquierda, realizó un potente disparo en el que el portero no tuvo tiempo reacción. Así, en el minuto 93, el Arosa refrendó su victoria.

La cita, por otro lado, tuvo un marcado carácter emotivo. El Marín rindió homenaje al que fue uno de sus míticos jugadores y que está en la lista de mayores goleadores. José María, que jugó tres campañas en los años 70, falleció esta semana y el club quiso rendirle homenaje.