Un informe independiente desveló que la policía británica alteró pruebas de la investigación sobre la tragedia de Hillsborough para tratar de culpar a los aficionados de la avalancha humana en la que murieron 96 hinchas del Liverpool en 1989. Tras conocer el contenido del documento, elaborado a partir de datos oficiales desclasificados el pasado año, el primer ministro británico, David Cameron, pidió disculpas ante la Cámara de los Comunes por la "doble injusticia" que han sufrido, a su juicio, los familiares de los fallecidos.

El ´premier´ expresó sus disculpas tanto por los fallos de seguridad que impidieron evitar el desastre como por los intentos de ocultarlos por parte de la policía, que modificó "significativamente" 164 declaraciones y eliminó otras 116 en las que se ponía en cuestión su labor. "La policía alteró las pruebas sobre lo ocurrido y trató de echar la culpa a los aficionados", señaló Cameron, que subrayó otros dos fallos puestos de relieve en el documento: la incapacidad de las autoridades para proteger a los aficionados y el "dudoso" informe forense original.

Los análisis post mórtem que se han estudiado de nuevo para elaborar el informe revelan que 28 de las personas que murieron no tenían obstrucciones circulatorias y que 31 presentaban síntomas de que el corazón y los pulmones continuaron funcionando después de la avalancha. Esas evidencias señalan, según el informe, que esos individuos podrían haber sufrido una "asfixia reversible", en contra de lo que se determinó en la investigación sobre la tragedia que concluyó en 1990.

Los nuevos datos apuntan, además, a que la seguridad en Hillsborough era precaria "en todos los niveles", y que las deficiencias en el estadio eran "bien conocidas" por las autoridades. A pesar de esas evidencias, las autoridades trataron de achacar la tragedia al comportamiento de los hinchas. "La fiscalía será ahora la que decida si se apela al Tribunal Superior para que anule la investigación original y se lleve a cabo una nueva", afirmó Cameron.