Tito participa en los actos de presentación de la liga. Su primer acto oficial como capitán del XV del Olivo. Un rol que en el rugby excede lo protocolario. El capitán manda en la cancha y el vestuario; realiza las gestiones diplomáticas con el árbitro. La designación de Tito tiene sustancia.

El entrenador, David Monreal, apostó por Blanco en detrimento de Chema hace un año. La capitanía reforzaba al hispanoaustraliano como trasunto del técnico dentro de la cancha. Blanco, tres cuartos, centro, siempre con la cabeza levantada, ordenaba la línea y dirigía el juego. Esta temporada estará mayormente concentrado con la selección española de "seven" y apenas podrá disputar media docena de choques. Tito lo hereda. Pero él es delantero, talonador para más señas. Tendrá la cabeza enterrada en el "ruck" las más de las veces. "Cada uno tiene su papel", explica. "Monreal me pide que mantenga unido al grupo durante el partido, ante cualquier imprevisto". Un liderazgo más "espiritual" que táctico, con igual traslado al vestuario.

Monreal y Norm Maxwell, su compañero en el tándem técnico, trabajan para el presente y el futuro. Quieren dejar a su espalda una estructura sólida. Preparan a Mera como entrenador. Adoctrinan a Tito como capitán. Los jugadores gallegos ganan peso esta temporada. "Es la oportunidad de que los de casa demostremos lo que valemos", acepta el delantero, al que Monreal ya insinuó al final de la pasada campaña que acabaría portando el brazalete.

La elección de Tito es una inversión a largo plazo. Alcanza la capitanía con 26 años. Y se entiende redonda en el plano simbólico. Entró con 11 en el Vigo Rugby, que está a punto de cumplir su 25º aniversario. Es vigués en lo que sangra. Trabajó en Vulcano, estirando las madrugadas y los anocheceres para cumplir en todo. La crisis del naval se llevó ese puesto de trabajo. Empieza ahora en Pinturas Celta.

Tito, entre la foto y la rueda de prensa, se toma la obligada cerveza con sus homólogos. Es de suponer que charlan de la temporada inminente. El Blusens debuta este domingo en As Lagoas ante el Hernani, que perdió por 23-14 con el Gernika en partido adelantado por cuestiones europeas. El Hernani es un recién ascendido "de juego físico, que jamás da por perdido un partido", anticipa Monreal. Batalla que el XV del Olivo, según Tito, encara "con confianza. Podemos lograr la permanencia con menos apuros que en la temporada anterior".