"Mi madre siempre decía que nunca iba a ganar un título", dice Paco Amoedo con la voz entrecortada. "Llevábamos doce campeoantos y no habíamos podido conseguirlo y cuando disputamos el decimo tercero nos proclamamos campeones de Europa. Sentí una emoción tremenda porque no vivía mi madre ya y me hubiera gustado que viviera para que me viera proclamarme campeón de Europa", dice con emoción.

Es uno de los muchos episodios que ha vivido Amoedo en los cuarenta años que lleva vinculado al Polideportivo Saudade, un club que fundó hace cuarenta años junto a Javier Ledo. Ayer realizaron un acto de reconocimiento a los boxeadores y luchadores del club, de su presente y su pasado, para festejar las cuatro décadas del Saudade, que ha forjado a los campeones más sobresalientes de Galicia.

"La verdad es que parece que fue ayer y el tiempo pasa sin darte cuenta. Parece increíble", dice Amoedo. Antes de la ceremonia de homenaje, se reunió con Ledo en el Furancho de Franchu, un auténtico museo que exhibe en sus paredes fotografías de Amoedo con sus pupilos más sobresalientes. "Cuando veo estas fotos me doy cuenta de lo viejo que soy ya", bromea. "En alguna de ellas tengo 20 años", recalca.

En el Polideportivo Saudade, una vez instalado en Urzáiz, "nacieron luchadores como los Roca, Enrique Fernández, Juan Luis González, Justo Alonso, Romay y muchísimos más, que fueron todos campeones nacionales", enumera Amoedo. "También Rubén Campos Colmenero, que llegó a ser presidente de la Federación", prosigue. "Luego en boxeo, me pierdo, desde la época del primer campeón de España, que fue Fernando Bernárdez, a partir de ahí cogimos a Carlos Miguel y ya empezaron a venir todos los boxeadores buenos como Campos, Ubeira€". La lista es inmensa.

"Mi ilusión al principio era conseguir un campeón de España. Porque Vigo nunca había tenido ninguno". Ahora el Saudade puede presumir de contar en sus vitrinas con 65 campeonatos en boxeo y 25 en lucha.

"También hemos disputado cuatro veces el campeonato del mundo, y hemos disputado también una treintena de campeonatos de Europa". De todas las experiencias, Amoedo puede destacar dos momentos especiales: "El primer campeonato de España, y el primer título Europeo". Pero nunca dirá cuál ha sido para él el mejor púgil que ha pasado por sus manos. "Todos los que han conseguido sus títulos los han conseguido por méritos, luchando y peleando en el ring".

Con cuatro décadas de dedicación a sus espaldas, ve el futuro un tanto negro. "Tengo que ir pensando en dejar todo esto, pero llevo pensando así desde que me jubilé y no acabo de hacerlo".

Amoedo no encuentra relevo. "Tiene que haber alguien detrás que me garantice que esto pueda quedar bien, pero no veo ilusión en la gente. Yo llevo aquí luchando y luchando toda la vida y a va siendo hora de descansar un poco".

"Teño morriña, teño Saudade"

"Ledo vio un local cerquita de su trabajo y ahí empezó a forjarse todo. Parece que fue ayer pero ya han pasado ya 40 años", dice con nostalgia Amoedo. Empezaron en El Carmen y luego se mudaron a Castrelos, a un local que tuvieron que abandonar por la humedad, para recalar en Urzáiz. "Allí estuvimos 37 años, hasta que hace tres nos cambiamos a un local en Lavadores". Ledo empezó como presidente, pero ocho años después separaron sus caminos. "Por temas profesionales nos separamos. El gimnasio era un hobby, pero tenías que hacer algo que te diese el pan con más seguridad", dice Ledo.

Tras perfilar el proyecto de poner en marcha su gimnasio, llegó el momento del bautismo. "Fue una noche, cuando estábamos tomando unas cervezas, y nos pusimos a pensar qué nombre le podíamos poner al club", rememora Amoedo. "Por aquel entonces estaba de moda la canción de "Teño morriña, teño saudade", de Andrés Do Barro". Todo empezó como una broma que poco a poco fue cobrando fuerza. "Luego me paré a pensar y dije que por qué no le poníamos ese nombre, Saudade, que es nostalgia, que es morriña", confiesa el entrenador.

Así empezaron su camino. "Al principio no contábamos ni con el dinero para el alquiler, pero poco a poco se fue saliendo adelante", dice Javier Ledo.