O Gatañal vive un sueño. La afición volvió a estar de matrícula de honor. Empujó a su equipo hacia un ascenso que estaba muy complicado hace varias semanas. Javi Santana volvió a ser de los destacados. Sus intervenciones fueron claves para evitar la remontada de un Villa de Aranda que llegó a estar con una diferencia de siete goles.

Los primeros dieciocho minutos de partido de los hombres de Victor García, "Pillo", fueron brillantes. El conjunto morracense, bien plantado en defensa, se mostraba letal ataque. Las contras eran una constante. El público empezaba a saborear el ascenso. Todo parecía demasiado fácil. Los locales lograban una diferencia de siete tantos. Doblaban en el marcador a un Villa de Aranda que era incapaz de reaccionar ante el vendaval del Frigoríficos (14-7).

Sin embargo, el equipo burgalés dio un puñetazo sobre la mesa. No podía caer de esa manera en una final de la fase de ascenso. Logró reducir esa desventaja al descanso. Ambos conjuntos se fueron al intermedio con una diferencia de tres tantos. El Cangas estaba a sólo unos metros de la División de Honor. La oportunidad no se podía escapar.

El Villa de Aranda siguió a lo suyo. Sin miedos. Su 3-2-1 ahogaba al Cangas. La presión defensiva de los burgaleses era asfixiante. Lograron empatar el encuentro (21-21) en incluso llegaron a ponerse por delante. Tuvieron opciones, pero las intervenciones de Javi Santana, otra vez salvador, evitaron que el billete del ascenso se escapase de Cangas. O Gatañal tampoco lo podía permitir. La hinchada local sufría, pero no paraba de animar. El Frigoríficos se puso de nuevo por delante y, de ahí al final, quedó rubricar un triunfo que devuelve al Club Balonmán Cangas a División de Honor.