El partido de la jornada número 28 del grupo 4 de primera autonómica entre el Caselas y el Juventud de Cambados no llegó a su término. En el minuto 56 del mismo, el colegiado Fabián González Cabezas ordenó la suspensión del mismo tras ser objeto de una salvaje agresión por parte de un jugador del equipo de Salceda sobre el césped de A Gándara. El agresor es Saturnino Álvarez Bugarín "Tuni".

La sucesión de los hechos se inició con una decisión en contra de los intereses del Caselas. Miembros del equipo cambadés señalan que "Tuni", ya con una tarjeta amarilla recibida en una acción anterior, discutió verbalmente la señalización del colegiado con un jugador visitante, concretamente Óscar Jiménez. Fue entonces cuando Fabián González Cabezas le mostró la segunda tarjeta amarilla al jugador del Caselas al entender que se dirigía hacia su persona. Fue entonces, tras mostrarle la cartulina roja, cuando el jugador embistió violentamente contra el árbitro asestándole un puñetazo que impactó en la mandíbula del colegiado vigués.

Después de la agresión, Fabián González Cabezas permaneció tendido en el suelo durante más de cinco minutos originándose una escena de fuerte tensión entre todos los protagonistas y espectadores de A Gándara. La inexperiencia de las dos asistentes, Carla Vázquez y Paula Balboa, añadió todavía más inquietud a la situación.

Después de ser atendido por miembros de los dos banquillos, González Cabezas, recuperó la consciencia para decretar a continuación la suspensión del encuentro con el lógico entendimiento por parte del Caselas y el Juventud de Cambados.

Cabe señalar que el encuentro ya comenzó con un ambiente algo crispado entre los dos equipos debido a que el delegado del Caselas solicitó al propio colegiado la revisión de las licencias de todos los jugadores del Cambados. Esta situación generó un retraso de más de quince minutos sobre la hora prevista para el inicio del choque.

Saturnino Álvarez Bugarín entró en el terreno de juego en el minuto 6, tal y como señalan miembros de la expedición cambadesa, para sustituir a Gechu, jugador que entró en el once inicial lesionado con el único objetivo de recibir la quinta tarjeta amarilla. Hasta el momento de la agresión el partido estaba transcurriendo dentro de los cauces de la normalidad deportiva dentro del terreno de juego.

Fabián González Cabezas, de 22 años, se dirigió acompañado de sus padres y el delegado del Colegio de Árbitros de Vigo, Fernando Iglesias, a un centro médico para ser examinado. El propio colegiado desestimó hacer declaraciones tras el desagradable episodio vivido en A Gándara.

A sus 22 años y cumpliendo su quinta temporada en la primera autonómica, González Cabezas, estaba siendo seguido para un posible ascenso de categoría. Saturnino Álvarez Bugarín, de 37 años, estaba apurando sus últimos meses como jugador de fútbol. Esta acción podría ser un inadecuado colofón a una trayectoria de muchas temporadas.