Uruguay quiere recuperar la historia con la clasificación para la final del Mundial, en un partido ante Holanda en el que se medirán dos estilos futbolísticos distintos y en el que, a priori, las fuerzas se presentan niveladas. El primer campeón en la historia de los Mundiales y última selección que selló su visado para Sudáfrica espera volver a una final como la que lo consagró hace seis décadas a expensas, esta vez, de un adversario que ha ido derribando duros obstáculos para superar en el torneo del 2010 los segundos lugares en 1974 y 1978.

El fútbol compacto de Uruguay, un equipo muy solidario, que hace daño cuando juega bien y sabe salir a flote tras los momentos en los que sufre se va a encontrar con el juego más vistoso y ofensivo de los holandeses. La diferencia entre la trayectoria de ambos equipos viene marcada por las dificultades que ha tenido Uruguay en algunos encuentros, en especial durante algunos minutos con Corea del Sur y en el partido ante Ghana, mientras que Holanda ha resuelto con triunfos sus cinco partidos precedentes. La celeste llegó a Ciudad del Cabo procedente de Johannesburgo para afrontar el encuentro con la baja segura de Nicolás Lodeiro, que se perderá lo que resta e Mundial por una fisura en el pie, y las de Jorge Fucile y Luis Suárez, suspendidos: el primero por acumular dos tarjetas amarillas y el segundo por expulsión.

A estas tres bajas importantes se une la duda sobre el estado físico del defensor Diego Lugano, el capitán del equipo, que será duda hasta el último momento como consecuencia del esguince de rodilla que sufrió en el partido ante Ghana. La noticia positiva se centra en la recuperación de Diego Godín, un hombre clave en el centro de la defensa uruguaya, que será titular con independencia de la recuperación de Lugano. Además del regreso de Godín al once titular,el seleccionador Oscar Wahingon Tabárez incluirá a Martín Cáceres, Walter Gargano y Álvaro Pereira para mantener el mismo dibujo 4-4-2 que presentó en cuartos de final ante Ghana.

En las filas de Holanda las novedades corren por cuenta de dos cambios obligados por la acumulación de dos tarjetas amarillas. Khalid Boulahrouz ocupará la banda derecha en sustitución de Gregory Van der Wiel, en tanto que el centrocampista Demy de Zeeuw desempeñará una función de desahogo parecida a la de Nigel de Jong.