Las instalaciones deportivas del Celta en A Madroa cuentan desde el lunes con un invitado especial: Fernando Torres. El delantero del Liverpool y de la selección española ha elegido la ciudad deportiva del equipo vigués para recuperarse de una lesión de menisco y ultimar la preparación para el Mundial de Suráfrica. En principio, el ariete internacional tiene previsto trabajar en Vigo hasta el 24 de mayo, fecha señalada por Vicente del Bosque para iniciar la concentración de La Roja en Madrid.

Varios condicionantes llevaron al ídolo de la afición de Anfield a elegir A Madroa para continuar su recuperación de la lesión en la rodilla de la pierna derecha que le impidió disputar las últimas jornadas de Liga con su equipo, como ayer se encargó de recordar el médico del Celta y de la selección española de fútbol, Juan José García Cota: "Fernando tiene raíces en Galicia, tiene familia en Santiago, y le propusimos que se viniese aquí para controlar su recuperación. Estamos intentando hacer aquí en Vigo la recuperación que tenía previsto realizar con sus recuperadores". Estos también han contribuido a la elección de las instalaciones del Celta, pues tanto Eduardo Parra como Iván Ortega, los fisioterapeutas que le acompañan, conocen a la perfección el lugar elegido por Torres por haber trabajado en el Celta antes de firmar contrato por el club inglés.

Y El Niño inició en la tarde del lunes su estancia terapéutica en A Madroa, horas después de pasar en Madrid un reconocimiento médico bajo la supervisión de los facultativos de la selección.

Finalizada la Liga inglesa, Torres ya sólo piensa en ponerse en forma para disputar la Copa del Mundo con España, aunque le queda por delante un arduo trabajo. "Nos gustaría que estuviese entrenando con la selección desde el inicio de la concentración, pero según esté en ese momento se decidirá si participa con el grupo o aparte", comenta García Cota sobre los plazos de recuperación del futbolista. "Aún faltan muchos días y este tipo de lesiones evolucionan jornada a jornada", añade.

Unas seis horas diarias dedica el jugador a fortalecer la articulación dañada, en la que sufrió una recaída, apunta el médico: "Tuvo la rotura del menisco izquierdo de la pierna derecha, de la que fue operado, y cuando reinició la actividad tuvo una pequeña rotura en la zona ya dañada y hubo que intervenirle de nuevo". Fue el pasado 22 de abril, en la clínica Quirón de Barcelona, después de que el jugador tuviese que realizar un largo viaje en coche desde Liverpool ante el cierre del espacio aéreo europeo por culpa de la nube volcánica.

Ayer, Fernando Torres llegó a las instalaciones de A Madroa sobre las tres y media de la tarde. Subió al campo de hierba que utiliza el equipo de Eusebio para sus entrenamientos y allí corrió a marcha lenta junto a Eduardo Parra alrededor de una hora, mientras Iván Ortega conversaba en una esquina con García Cota.

"Trabaja un montón de horas diarias. Puede estar en torno a las seis horas, más o menos. Ahora ha comenzado a hacer trabajo de campo, pero sigue ejercitándose en el gimnasio para mejorar el tono muscular de la rodilla que se ha operado. Son muchas horas de trabajo muy reglado", explica el médico del Celta.

La presencia del futbolista del Liverpool levantó gran expectación entre los chavales de la cantera del Celta que ayer tenían jornada de entrenamiento en A Madroa. Muchos de ellos buscaron un trozo de papel y un bolígrafo en busca de un autógrafo del ídolo de Anfield y uno de los jugadores más mediáticos del fútbol mundial gracias al interés que despierta la Liga inglesa.

Durante alrededor de dos semanas, Fernando Torres se convertirá en un asiduo de la ciudad deportiva del Celta. García Cota espera que el delantero internacional salga preparado de ahí para afrontar con todas las garantías el Mundial de Suráfrica, en el que España es una de las candidatas al título.