El Celta juega al póquer descubierto en el mercado. El plan de viabilidad le obliga a amortizar cada temporada 2 millones de su deuda. Todos lo saben y tal desnudez limita a los celestes en ese baile de órdagos y amagos que es la compra-venta de futbolistas. Carlos Mouriño lo ha reconocido recientemente: "Hay que vender a un jugador entre ahora y el principio de la próxima temporada para corregir el déficit que tenemos". Uno solo, en principio, para cumplir con los compromisos y a la vez proporcionar continuidad al bloque. La ruleta está girando. Cuatro nombres poseen la mejor cotización en la plantilla: Michu, Iago Aspas, Dani Abalo y Túñez. Es probable que de entre ellos salga el traspaso del verano.

Son los nombres que proporcionan los expertos consultados, representantes al tanto de lo que se rumorea en los despachos. Un análisis fiable y a la vez una simple previsión. El poder reside al final en el comprador, en quién él elija y cuyo apetito quizás no se acomode a lo que el Celta prefiere. A la directiva viguesa le toca el papel reactivo. Su capacidad de maniobra aumentará en tanto que se multipliquen las ofertas.

Michu cae de cajón. El Sporting pagaba por él 1,2 millones de euros, que se hubieran destinado al fichaje de Pereira. En Praza de España se tiran de los pelos. Será difícil que otro entrenador de Primera insista tanto en el ovetense como lo hizo Preciado. Pero tiene cartel y es una opción ideal en muchos sentidos. No descuadra la planificación a medio plazo que se hace de la plantilla.

Aunque Mouriño no ha concretado la cifra de euros que se necesita, se habla de operaciones que se mueven entre lo obtenido por Joselu (1,5 millones) y por Jordi (850.000). En esa horquilla de tasación, sobre el millón redondo, se sitúan Iago Aspas y Dani Abalo; Andrés Túñez supera en una pizca a sus compañeros.

Pudiera sorprender. El santiagués apenas acaba de instalarse en el primer equipo y por tradición los defensas valen menos que los atacantes. La ley de oferta y demanda decide. "Lo que más se pide hoy en día son centrales y laterales zurdos. No los hay", comenta uno de los representantes. Esa carestía de zurdos de trinchera beneficia a Túñez. A menor cantidad, mayor precio.

Roberto Lago podría añadirse al grupo por lo mismo. En los primeros tiempos dilató su renovación precisamente porque era consciente de que en Primera faltaban laterales izquierdos de garantías. Después su carrera experimentó un bajón, del que se ha recuperado. Entre la caída y el auge ha dibujado el equilibrio. Ha ampliado su contrato. Eso le cubre ante infortunios sin cerrarle ninguna puerta. Todos en A Madroa saben que el Celta acabará cediendo siempre a las buenas propuestas. Un jugador saldrá por exigencia; más si las cantidades son golosas.

No se descartan las sorpresas. Nadie imaginaba que el Rubin Kazan pudiera escoger a Jordi. Trashorras ha recuperado prestigio gracias a la Copa, aunque quizás le pesen demasiado la edad y la fama de tipo discontinuo. Papadopoulos dejará en caja 400.000 euros si resuelve su libertad entre el 20 y el 30 de junio. Puede haber otros candidatos. "Los diez últimos partidos de cada temporada marcan siempre el verano", dicen los agentes. Será el concurso de méritos decisivo.