El futuro se ve diferente en el Celta tras los excelentes últimos resultados. Su entrenador reconoce que no se pone límites con un equipo que continúa con vida en la Copa del Rey y espera que siga creciendo en la Liga. Después de eliminar al Villarreal, hoy recibe al colíder de Segunda, la Real Sociedad. Y esa es la principal preocupación de Eusebio Sacristán, quien espera que sus jugadores hayan dejado atrás la euforia por el triunfo en El Madrigal y que esta tarde pongan la misma concentración e intensidad que les llevó a derrotar al Nástic en Tarragona.

"Prefiero que hablemos de la Real, que lo tenemos ahí mismo y porque es un partido muy importante", reclamó ayer Eusebio cuando se le interrogó sobre el Atlético de Madrid, próximo rival copero. El técnico castellano quiere evitar que se desvíe la atención en la Liga, competición que considera más importante para el Celta.

Con una victoria ante el conjunto vasco, el cuadro céltico tiene incluso la posibilidad de cerrar el día entre los diez primeros de Segunda, de ahí la importancia que Eusebio le da a este compromiso. "Las cosas se verán de otra forma después de este partido. Con un buen resultado", sostiene, "el futuro será bueno". De lo contrario, les tocaría seguir sufriendo para evitar los últimos lugares de la tabla. "Entonces, yo entiendo que la importancia de este partido es enorme como para desviar la atención en otras cosas". Y añade que lo obtenido en la Copa no valdrá de nada si pinchan en la Liga.

Al rival de hoy, como era de esperar, lo pone por las nubes: "Es un equipo poderoso física y anímicamente, con unos conceptos de juego definidos y una confianza grande, con mucha determinación en todo lo que hacen". Espera que sus futbolistas no vuelvan a caer en la desidia después de los halagos por las últimas actuaciones: "Eran otros tiempos".