El fútbol reúne a veces a extraños compañeros de viaje. Así puede definirse la esporádica y desigual relación que han entablado el atacante moañés Iago Aspas y el portero extremeño Bernardo Domínguez. Los caminos de ambos se han cruzado en un par de ocasiones y las dos veces el jugador del Celta ha mostrado su mejor versión. Tanto es así que los tres goles que el futbolista morracense contabiliza en Segunda División se los ha marcado a Bernardo, dos el pasado curso ante el Alavés en Balaídos y otro el pasado sábado, en el Nuevo Colombino. De ello fueron también testigos otros dos miembros del actual plantel del Recreativo de Huelva, el técnico, Javier López, que dirigía al Alavés cuando Aspas salvó al Celta y envió a los vitorianos a Segunda B, y el centrocampista Emilio Sánchez.

Los tres goles de Aspas a Bernardo han reportado enormes réditos al Celta en un momento de gran dificultad. Los dos del pasado curso salvaron al equipo vigués del descenso; el del pasado sábado permitió al conjunto de Eusebio Sacristán firmar su primer triunfo de la temporada en un momento de grandes dudas sobre el rendimiento del equipo y la capacidad de su entrenador. Desde este punto de vista, Eusebio tiene motivos sobrados para estar agradecido a Aspas.

"La verdad es para estar contento", confiesa el jugador moañés. "En los dos partidos que llevo contra ellos me han salido muy bien las cosas y encima les he metido tres goles que nos han servido para ganar los dos partidos", precisa.

El del sábado al Recreativo lo guarda Aspas aún en la retina. "Primero le tiré el desmarque a Trashorras y como no me la pasó, me quedé en duda de si la iba atrapar. Pensé que no porque aunque no era un tiro muy fuerte ni muy esquinado, parecía difícil de agarrar, así que fui por el rechace y sólo tuve que empujarla", recuerda.

El entrenador del Recreativo, Javier López, dijo tras el choque que la clave de la victoria del Celta había estado en el gol de Aspas. El moañés, sin embargo, no habló con él ni con Bernardo después del choque. "No hablé con él ni con el entrenador, ni con nadie. Imagino que estarían bastante cabreados conmigo", señala.

La victoria rebañada el sábado en el Nuevo Colombino abre una nueva perspectiva de futuro al Celta, que recupera el optimismodespués de una semana muy difícil. "Creo que a partir de ahora vamos a ir a más. En todos los partidos, salvo en el del Hércules, hemos sido superiores a nuestros rivales, pero nos ha faltado una pizca de suerte y empujar el balón a la red", subraya Aspas, que espera que el repunte se inicie esta misma semana con el doble compromiso de Copa y Liga. "La Copa no es una competición tan importante pero tampoco es para desperdiciarla. Nuestro objetivo es la Liga y ahora es importante que refrendemos la victoria ante el Recreativo con otro triunfo el sábado en Balaídos", indica.

El moañés no oculta su optimismo con motivo de la visita al estadio vigués del conjunto que esta temporada dirige Pepe Murcia. "Va a ser un partido muy complicado, como todos los de Segunda División, pero tenemos muchas ganas de brindar por fin un triunfo a la afición de Balaídos", dice.

Iago Aspas ha hecho sus tres goles en Segunda División en una posición extraña para él, la de delantero centro. Eusebio lo ha alineado como nueve en tres ocasiones: el pasado curso ante el Alavés, en el partido de la segunda jornada de Liga en El Helmántico y el pasado sábado en Huelva. El Celta ganó dos partidos y empató, desplegando el mejor juego que se recuerda con Eusebio, el jugado ante el Salamanca. Aspas se siente más un segundo punta que un nueve, pero prefiere el jugar por el centro que hacerlo pegado a la cal. "Siempre he dicho que me considero un media punta, pero también es verdad que me siento mucho más cómodo jugando por el centro que en la banda. Pero bueno, lo realmente importante es jugar", concluye.