La delegación de Madrid 2016 regresó este sábado a España con las manos vacías y con la sensación que el Comité Olímpico Internacional ha traicionado el proyecto olímpico de la capital española, al seguir la regla no escrita de la rotación de continentes. El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, pidió "un tiempo de reflexión" para "valorar si merece la pena seguir apostando" por los Juegos, mientras que el consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, apuesta por Madrid 2020.

Tras la elección de Río de Janeiro como sede de los Juegos Olímpicos de 2016, al superar en la final a Madrid por 66 a 32 votos, la delegación madrileña regresó a España con un sentimiento de frustración por la no elección y de traición del COI por haber mantenido la rotación de continentes. Esta regla no escrita volvió a cumplirse a pesar de que el propio presidente del COI, Jacques Rogge, convenció al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, para presentar la candidatura en una reunión en Lausana (Suiza) meses después de la decepción de julio de 2005 en Singapur.

La consejera delegada de Madrid 2016, Mercedes Coghen, lamentó que "parece que los Juegos tenían que ir allí". La sensación unánime es que los cerca del centenar de votantes del COI tenían decidido de antemano su voto independientemente de la puesta en escena final del viernes. En ella, el ex presidente del COI, Juan Antonio Samaranch, pidió a sus colegas que votaran a Madrid porque "su tiempo se está acabando". El que fue máximo dirigente del Comité durante 21 años llenó la tesorería de la organización con millones de dólares de los derechos de televisión y sacó a los Juegos del boicoteo político.

El peso de Samaranch

Un responsable del proyecto madrileño indicó que "Samaranch ha estado impresionante, lo ha dado todo por Madrid". Con 28 votos en la primera ronda, siendo la candidatura más votada, Madrid apenas sumó otros cuatro más, dos de ellos de China, país en el que Samaranch es idolatrado. Para algunos expertos, quedó demostrado que el suelo de Madrid sigue estando formado por un grupo fiel al presidente del honor del COI y que el resto le dio la espalda y elevó a Rogge al cargo. "Está claro que ha habido una orden, si no no se entiende que los votos de Chicago y Tokyo hayan ido en bloque a Río. También ha habido un pacto de Lula con Obama para apoyarse si uno de los dos caía", añadieron.

Otros delegados de Madrid 2016 fueron más críticos y hablaban incluso de la factura que puede pasar al COI la elección de Río, un proyecto casi tan virtual como el de Londres 2012, así como por la pronta eliminación de Chicago, ya que la NBC dejó para firmar los derechos de televisión por los Juegos hasta después de la decisión de Copenhague.

No obstante, el alcalde de Madrid se mostró mucho más cauto y agradeció a todos los que han colaborado en construir la ambición olímpica y declaró tener la conciencia tranquila por haber dado todo.

Por otro lado, el Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM) ha presentado las bases del Concurso Internacional de Ideas para elegir el logotipo de una futura candidatura olímpica "Madrid 2020", a pesar de que el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, todavía no ha anunciado si la ciudad va a optar a organizar los Juegos de ese año.