José Juan Lucas, del Málaga, y Álvaro Antón, del Valladolid, ganan terreno para convertirse en el jugador que complete la delantera del Celta. El club vigués mantiene abiertos, además, dos frentes de negociación en Portugal, ha dado por perdida la batalla para hacerse con los servicios del internacional sub 21 del Valencia Jordi Alba y ha desestimado, por demasiado cara, la contratación del ex delantero del Barcelona y Osasuna Santi Ezquerro.

El Celta ha avanzado en las conversaciones que mantiene con diversos futbolistas que tiene en cartera para suplir a Ghilas, pero no tiene prisa por cerrar la operación. Los fichajes, según admitió el pasado viernes el director deportivo, Miguel Torrecilla dependen de la salida de los transferibles, fundamentalmente de la marcha de Rubén González, el jugador que marca el tope salarial del plantel con una ficha de seiscientos mil euros por temporada.

Una vez se concrete la operación salida, se acelerarán las gestiones para cerrar el sustituto de Ghilas. En el mercado nacional, el preferido por el club y el técnico, los que más opciones tienen son Luque y Antón. Al futbolista del Málaga, de 31 años, le avala un profundo conocimiento de la Segunda División, de la que fue máximo artillero, con 21 goles, en la campaña 2005-06 con el Ciudad de Murcia. Luque anotó otros 27 en las dos siguientes, 10 con el Ciudad de Murcia y 17 con el Granada 74.

El Celta piensa que la veteranía de Luque sería un buen contrapunto a la inexperiencia de algunos de los jóvenes delanteros célticos, como Iago Aspas y Joselu. A Luque le resta un año de contrato con el Málaga, prorrogable en otro si juega 32 partidos. La idea del Celta es que el futbolista se desvincule del club andaluz y firme por el conjunto vigués en propiedad.

Antón

El otro gran candidato del mercado español es el media punta del Valladolid Álvaro Antón, de 26 años. El futbolista, que la pasada campaña jugó en Primera cedido en el Numancia, tiene también una amplia experiencia en Segunda, durante tres campañas con el Valladolid y hace dos en el Racing de Ferrol, donde formó una productiva asociación con el vigués Jonathan Pereira. El Celta tantea la posibilidad de que el jugador llegue en propiedad.

En Plaza de España, por otra parte, han dado por perdida la batalla para contratar a Jordi Alba, internacional sub 21 del Valencia. El artillero ha despertado el interés de varios clubes de Primera División y su destino más probable será el Zaragoza, con el que se dice que ya ha apalabrado un acuerdo. El trato se haría efectivo en el momento al jugador se le confirme oficialmente que no entra en los planes de Unai Emery.

El Celta ha desestimado, mientras, la contratación del ex artillero del Atlhletic de Bilbao FC Barcelona y Osasuna Santi Ezquerro, quien el mes pasado se desvinculó del conjunto pamplonés y espera ofertas. Fue el técnico céltico, Eusebio Sacristán, el que puso el nombre del futbolista riojano sobre la mesa. La petición agradó al Celta, que inició contactos con el futbolista pero finalmente ha desestimado su contratación por cara. Ezquerro cobraba en Osasuna 800.000 euros y el Celta podría ofrecerle, a lo sumo, una cuarta parte de esta cantidad.

Las restantes opciones que maneja al Celta están en el extranjero, dos de ellas en Portugal y alguna más en Francia e Italia. De momento no han trascendido los nombres de los dos futbolistas con los que el Celta negocia en Portugal, aunque sí que militan en equipos de nivel medio de Primera División.

El agente del compostelano dice que aún no tiene ofertas

Pasan los días y el Celta sigue sin encontrar solución para Rubén González, aunque en el club vigués se confía ciegamente en la capacidad del agente del futbolista, Manuel García Quilón, para encontrarle equipo. Hace más de dos semanas que el defensa central santiagués se entrena en solitario a la espera de destino, primero en a Madroa y, desde la vuelta del Celta de la concentración portuguesa, en el estadio de Balaídos.

En su primera semana en Vigo compartió penurias con Antonio Notario, pero desde la marcha de Rubén cuenta con la única compañía de José Luis Mosquera, que supervisa su trabajo. A pesar de sus dos malas temporadas con el Celta, el defensa santiagués goza aún de cierto caché en el mundillo futbolístico debido a su paso por el Real Madrid y el Racing de Santander. Sin embargo existe un problema difícil de solucionar: su elevada ficha.

Rubén firmó con el Celta un contrato por cinco temporadas a razón de 600.000 euros brutos por temporada, una cantidad que difícilmente podría afrontar ahora mismo un conjunto medio de Primera División por una jugador que se ha devaluado de forma considerable en las dos últimas temporadas. El agente de Rubén, al menos, no ve una solución de forma inmediata. "Aún no hay nada aunque se está trabajando en ello", dice Manuel García Quilón. Para el Celta la salida del zaguero compostelano es urgente porque el club necesita liberar su ficha para abordar la contratación de un sustituto para Kamel Ghilas. Rubén fue el último jugador por el que el Celta pagó un traspaso (un millón de euros al Racing de Santander). Fue uno de los fichajes estrella del primer año de Ramón Martínez y el club y los distintos técnicos le entregaron los galones del vestuario. Su situación cambió avanzada la pasada campaña debido a los malos resultados del equipo, su fuga nocturna en Madrid y sus difíciles relaciones con algunos compañeros. Su elevada ficha en tiempos de penuria económica hizo el resto.