El centrocampista del Celta Óscar Díaz reconoció hoy, en rueda de prensa, que a su equipo le quedan nueve finales para solucionar la alarmante situación que vive el conjunto que dirige Eusebio Sacristán, agravada por la goleada recibida el pasado sábado en Vallecas (4-1).

"Yo no encuentro una justificación a lo que nos está pasando. Es un año desastroso, y nada más. Empezamos mal la temporada y estamos acabando mal, pero aún tenemos nueve partidos para solucionar esto y dejar lo más arriba posible al Celta, que es lo que se merece", confesó Díaz.

Además, el jugador, que llegó esta temporada a Vigo procedente del Elche, desveló que en el partido del sábado se vivieron "momentos difíciles" porque, según explicó, "viajábamos con mucha ilusión después de vencer al Córdoba, ya que todos pensábamos que la situación había cambiado, y ha sido un golpe muy duro".

Por ello, para invertir esta situación, Díaz apeló a la "unión" del vestuario para no volver a recibir un nuevo "palo" en el encuentro del próximo domingo contra el Levante.

"Esta derrota nos tiene que reforzar. Hay que tener la mente fuerte, pasar página y pensar que viene el Levante el domingo y tenemos una nueva oportunidad para solucionar esto. Llevamos todo el año llevándonos palos y creo que aprenderemos muchas cosas sobre todo lo malo del fútbol, que no siempre es tan bonito como lo pintan", añadió.

Finalmente, Óscar Díaz también habló de los "favores" que le están haciendo sus rivales directos en la lucha por eludir el descenso de categoría, ya que ni el Eibar ni, sobre todo el Alavés, están aprovechando la crisis de resultados de los celestes.

"Está claro que nosotros tenemos que empezar a ganar, pero también te digo que si el equipo que tiene que apretar, que es el que está en descenso, no lo hace, pues nos viene mejor. Eso significa que ellos todavía están peor que nosotros y tenemos que aprovecharnos de eso para asegurar la permanencia cuanto antes", concluyó Díaz.