Di Meglio aceptó la oferta que le realizó el pasado año el valenciano Jorge Martínez "Aspar" para ascender a la categoría del cuarto de litro, con lo que dejó huérfana de campeón a la del octavo de litro, en donde una pléyade de jóvenes pilotos lucharán por conseguir el preciado galardón.

Fuera de escena el campeón del octavo de litro, quienes si tendrán la responsabilidad de defender sus cetros del orbe serán los "colegas" Rossi y Simoncelli y, en ambos casos, pero por distintos motivos, no va a resultar un empeño demasiado fácil.

Marco Simoncelli ha sufrido no hace muchos días un accidente mientras practicaba motocross -precisamente junto a Rossi-, en el que se ha fracturado el escafoides de la muñeca y por el que ha tenido que ser intervenido para ponerle una fijación de titanio.

Aunque estará en Qatar, lo normal es que sus condiciones no sean las más apropiadas para pilotar y, además, necesitará de la autorización de la comisión médica para disputar la carrera qatarí, lo que ya va a dar una ventaja inicial a sus rivales.

Éstos, los rivales de Simoncelli, a lo largo de todo el año, deben ser españoles Álvaro Bautista, Héctor Barberá -mejor tiempo en los entrenamientos realizados días atrás en Qatar- y Álex Debón.

Lo normal es que se "metan" en esa pelea esporádicamente pilotos como el italiano Mattia Pasini, el suizo Thomas Luthi, el húngaro Gabor Talmacsi o el francés Mike di Meglio, todos ellos con mecánicas oficiales de Aprilia, que debe aprovechar el "tirón final" de una cilindrada que, en dos años pasará a ser tecnológicamente para motos de cuatro tiempos.

La nueva Moto 2 cierra el paso a no pocos fabricantes, entre los que en los últimos años ha destacado por su casi monopolio, la italiana Aprilia, propietaria además de la "patente tecnológica" de las Gilera y Derbi, tanto en los 250 c.c. como en 125 c.c.

Esta nueva cilindrada ya ha sufrido dos revisiones en su reglamento técnico y todavía veremos alguno más, pero lo que está claro es que en cuestión de dos años el cambio en esta categoría será prácticamente total.

No será lo mismo en MotoGP, en donde sólo las limitaciones y prohibiciones de algunos materiales y tecnologías van a poner un poco de orden en el desorbitado gasto en que se había caído, pero que no afectará en lo más mínimo a sus protagonistas.

Valentino Rossi vuelve a ser el referente, por su condición de campeón, pero Casey Stoner no se lo va a poner nada fácil.

El rendimiento de Stoner y su Ducati Desmosedici GP9, en la que se han probado chasis de fibra de carbono y también de aluminio fundido, a rayado la perfección, y el australiano se perfila como el gran enemigo de Rossi, con el resto de rivales un paso, y hasta dos, por detrás de ellos.

Las cábalas en los 125 c.c., ausente Mike di Meglio, serán mucho más amplias e insospechadas.

La multitud de españoles, con Julián Simón a la cabeza, o de italianos hace de estos representantes los principales candidatos, pero siempre pueden surgir sorpresas como la protagonizada por el francés en 2008.