Miguel Casal era campeón gallego de tenis en el año 2002 y compartió el cuadro final del Concurso Internacional vigués con Rafael Nadal, aunque su prematura eliminación le impidió enfrentarse al balear. Casal afirma que "ya se hablaba mucho de él por entonces, y todos coincidían en que iba a estar ahí arriba".

"Me coincidió verlo y pelotear junto a él y ya mostraba maneras. Se le veía una potencia física espectacular, ya estaba como un toro. Además, psicológicamente se le veía muy centrado, no parecía un chaval de 16 años", explica.

Nadal ya había conseguido un Mundial infantil y el torneo de Alicante, de similares características al disputado en Vigo. Casal destaca por encima de todo la intensidad, la garra y la capacidad de concentración desde el primer punto que imprime a su juego y que ya demostraba hace 6 años.

"Esa concentración, los botes, los continuos saltos en el sorteo previo al partido y sus carreras hacia la zona del servicio ya eran habituales en él entonces. Ya se le veía una garra increíble".

Sobre el futuro de Rafa, sin embargo, el campeón gallego no es demasido optimista.

"Veo complicado que siga muchos años a este nivel, pues el desgaste físico de su juego es tremendo. Espero que llegue al número 1 este verano, pero a partir de aquí tiene que empezar a dosificarse para poder seguir en lo más alto", comenta.

Otro gran tenista gallego, el lucense Óscar Burrieza, no está muy de acuerdo con las palabras de Casal en este sentido.

"Me sorprendería si llegase más allá de los 28 años en la cumbre, aunque tiene una ventaja. Su excelente progresión le está llevando a ganar cada partido con más autoridad, lo que le permite recuperar y no desgastar tanto su cuerpo. Además, los avances en la fisioterapia le ayudan", concluye.