El campeonato de España de rallyes de asfalto se acerca a su ecuador sin abandonar Galicia. El 41 Rally de Ourense recoge hoy el relevo del Rías Baixas y lo cederá en agosto a Ferrol con la pugna por el liderato en la clasificación de pilotos en su apogeo. El lucense de la Escudería Ourense Sergio Vallejo (Porsche 911 GT3) resiste el acoso de los Peugeot 207 S2000 del cántabro Enrique García Ojeda (ganador de las dos anteriores pruebas, Cantabria Infinita y Rías Baixas) y del canario Luis Monzón cuando se han consumido cuatro de las 11 pruebas de que consta el certamen.

Los exiguos diez puntos que separan al líder de sus perseguidores garantizan emociones fuertes al calor de las miles de gargantas que jalearán al trío de aspirantes a inscribir su nombre en el palmarés con permiso del alicantino Miguel Fuster (Fiat Grande Punto S2000), ganador de tres de las últimas cinco ediciones (2003, 2006 y 2007).

El rally que arrancó ayer con el shakedown, las verificaciones administrativas y técnicas y la ceremonia de salida, con el traslado de los coches desde la Praza Maior hasta el recinto de Expourense, consta de cuatro secciones con 10 tramos cronometrados. El recorrido total es de 624,14 kilómetros, de los que 196,42 pertenecen a tramos cronometrados. La novedad más destacada del trazado corresponde a los tramos cronometrados de Avión y Beariz, de 7,3 kilómetros y 22 kilómetros, respectivamente, que se disputarán por la mañana junto a la tradicional visita al tramo de Melón, de 17,88 kilómetros.

A los pilotos les aguarda por la tarde el mítico tramo del Cañón do Sil, de 22,49 kilómetros, y el tramo más largo de la prueba, el de San Pedro de Rocas, de 28,45 kilómetros. Los pilotos deberán efectuar dos pasadas a cada tramo antes de llegar a la ceremonia de entrega de trofeos, que este año se traslada a la Praza Maior de Ourense.

La amenaza más inquietante para la defensa del liderato que realizan los hermanos Vallejo es el Peugeot 207 S2000 de Ojeda y Barrabés, que buscarán el tercer triunfo consecutivo para afianzarse en su asalto al título de pilotos y marcas, que podría llegar ya en Ourense. El obstáculo que debe sortear al cántabro será el desconocimiento del terreno ya que, si bien disputó el rallye hace tres años, los tramos han cambiado mucho desde entonces.

Su pletórico momento anímico (ha sido el único piloto en ganar dos pruebas esta temporada) debe compensar la desventaja de la aclimatación. Por su parte, Monzón y Déniz plantean el rally con el objetivo de mantener el subcampeonato. A los mandos de su Peugeot 207 Súper 2000 se se proponen abordar la competición de forma inteligente para sacar el máximo partido a su privilegiada posición en el certamen. El Rally de Ourense trae buenos recuerdos al piloto de Santa Brígida, que hasta en tres ocasiones se hizo con la segunda posición en los años 1991, 1999 y 2000 por detrás de Trelles y Chus Puras, en las dos últimas ocasiones.