Nicolás Almagro fue incapaz de frenar la fuerza de la naturaleza en la que se convierte Rafael Nadal cada vez que pisa la pista central de Roland Garros, donde ayer se vio doblegado por 6-1, 6-1 y 6-1 en una hora y 44 minutos.

Nadal se clasificó para las semifinales por cuarto año consecutivo y Almagro se mostró impotente para frenarle.

"Tenemos campeón de Roland Garros por mucho tiempo. He perdido en cuartos con el próximo ganador de Roland Garros en muchos años. Puede defender el titulo aquí tantas veces como pueda y quiera", expresó el murciano, que no obstante se va de París con un gran botín: 132.500 euros de premio, y billete para los JJ.OO. de Pekín.

Nadal recibió a la salida de la pista una tarta de fresas con dos velas, símbolo de sus 22 años.

Esa vigésimo sexta victoria consecutiva de Nadal en Roland Garros le lleva ahora de nuevo a las semifinales contra el mismo al que derrotó el pasado año, el serbio Novak Djokovic, que ayer completó el trámite contra el letón Ernest Gulbis, de 19 años, y 80 del mundo, al vencerle por 7-5, 7-6 (3) y 7-5 en tres horas y siete minutos.

En los diez encuentros que Nadal y Djokovic han disputado, con 7-3 para el español, el serbio jamás ha podido ganarle sobre tierra. En Roland Garros, Nadal le ha superado en dos ocasiones, 2006 y 2007, en Roma una, en 2007, y esta temporada en las semifinales de Hamburgo, hace dos semanas, por 7-5, 2-6 y 6-2.

En el cuadro femenino, la serbia Jelena Jankovic acabó con las opciones de la española Carla Suárez. La canaria apenas pudo plantar cara a la número tres del mundo, y cayó por un claro 6-3 y 6-2.