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El gran salto de David

Desde niño, David tuvo que luchar sin tregua para convencer a todos de que lo suyo era la danza acrobática.

El acróbata vigués, David Pereira, en uno de sus espectáculos // Ulrich Roth

David ha luchado durante muchos años para poder dedicarse a lo que más ama en el mundo: la danza acrobática. De niño soportó el acoso de sus compañeros, muy joven tuvo que enfrentarse a sus miedos y fue a buscarse la vida a Madrid y a Canarias. El Circo del Sol descubrió su enorme talento y después comenzó a trabajar en Alemania, donde reside desde los 18 años. Su sueño, sin embargo, es volver a España y poder trabajar en su tierra.

Esta noche (Telecinco, 22.00 horas) el acróbata y bailarín vigués David Pereira se enfrenta junto a otros 18 artistas de diferentes disciplinas en una lucha de talentos por convertirse en el ganador de Got Talent España, conseguir los 25.000 euros y un coche del premio y, sobre todo, "tener la oportunidad de darme a conocer en España y poder volver a mi tierra y trabajar aquí de mi arte", asegura.

Los extraordinarios movimientos sobre un carrito de la compra y el arriesgado número en el aro dieron a este artista de 25 años el pase a la final en el conocido concurso. "Eres bello por dentro y por fuera, es una grandísima alegría ver lo que haces. Tienes un cuerpo precioso, estoy maravillada contigo. Eres mi apuesta para ganar", le dijo Eva Hache, una de las jurados del concurso. Para esta noche, Pereira promete emociones con una apuesta simple, minimalista y sin ningún tipo de artificio.

La travesía de David Pereira para llegar adonde está ahora ha sido larga y dura. El primer paso fue convencer a sus padres de su verdadera vocación y enfrentarse a la crueldad de otros chicos de su colegio por su pasión artística. "Siempre quise bailar pero mis padres no me apuntaron a baile hasta que a los 12 años, cuando por fin les convencí. A los dos años conocí la gimnasia acrobática y tuve claro que quería aprender aquello", recuerda. Tras un tiempo practicando break dance en las calles de Vigo, David conoció el Club Flic Flac. "Me fui en secreto a verles y el entrenador convenció a mis padres para que me dejasen probar. Estuve cuatro años compitiendo con ellos y conseguí mezclar la danza con la acrobacia, el equilibrismo, el contorsionismo y la parte más artística", continúa.

Pero llegó un momento en que su familia no podía seguir costeando los entrenamientos y se puso a trabajar como albañil. Solo duró durante cuatro meses. "Necesitaba seguir entrenando para ser feliz". Entonces, le surgió la oportunidad de hacer un casting en Valencia para participar en un evento del Circo del Sol y le escogieron. "Esto me dio confianza para seguir persiguiendo mi sueño", asegura el joven.

Tras ese golpe de suerte, David volvió a Vigo hasta que le llamaron de un hotel de Fuerteventura para actuar. "Fue una buena decisión porque a los cinco meses una compañía de Berlín contactó conmigo y me ofrecieron la posibilidad de suplir a uno de sus artistas", relata. Tenía 18 años y, a partir de ahí, ha seguido uniendo un trabajo a otro en distintas ciudades alemanas. "Por fin me estoy dedicando a mi sueño y animo a los jóvenes a luchar siempre porque nada es imposible", afirma contundente.

David ya se presentó a Got Talent Francia. Esta noche va a por todas. "En España aún no he podido actuar y este puede ser mi trampolín", concluye.

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