Indignación e impotencia se palpan entre guardeses que tienen responsabilidad política o que están directamente afectados por la incontrolada desaparición de 20 metros de costa en la última década (dos metros en los últimos quince días), según confirma la concejala y diputada Montserrat Magallanes, en la zona protegida del estuario del Miño. La erosión ha venido trabajando en su contra y ha desvirtuado la línea fronteriza fluvial, hasta llegar al desastre actual con destrucción de playas de Camposancos (A Guarda), como la de A Lamiña, y zonas como O Forte y Codesal. El agua del río se los está tragando, como ya se llevó dos caminos, hace años.

Puede verse que la acumulación de arena se viene depositando en la ribera portuguesa, bien protegida con escolleras, muros y paseos. La zona afectada, tanto en España como en Portugal, forma parte de Rede Natura, está incluida en la Lista de Zonas Húmedas de Europa y Norte de África de importancia internacional (desde 1965), es Zona Especial de Protección de Aves (ZEPA) y Zona Especial de Protección de los Valores Naturales (ZEPVN). Todo ello no ha servido para protegerla, piensan las personas consultadas.

El alcalde socialista, Antonio Lomba, confirma que no ha tenido noticia alguna de la propuesta de actuación que se comprometió a solicitar la Jefatura de Costas al Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas. Tampoco se ha visto reacción alguna por parte de otros estamentos a los que ha trasladadola preocupación general, reflejada en el acuerdo unánime de la corporación municipal que pide "una actuación de emergencia".

La portavoz del PP en el Concello guardés, Conchi Ortega, repetía ayer, una vez más, su llamada a la Subdelegación del Gobierno para preguntar por la propuesta de actuación y para trasladar su gran preocupación por el estado de la ribera. "Dicen que están en ello. Mientras, están desapareciendo las playas de A Lamiña y Codesal, desearía que la Administración diese permiso para actuar y solucionar el problema".

Celso Rodríguez Fariñas, de Converxencia Galega, mucho más contundente, considera que "hay hipocresía y discurso vacío por parte de todas las Administraciones. La línea fronteriza fluvial está siendo adulterada con la complacencia de la Comisión Internacional de Límites. Cada vez que llega una riada, nos lleva dos metros de costa y Portugal instala muros de contención para proteger la suya". Reclama que "nosotros también pedimos muros y la canalización del río Miño. Hay que acudir a Europa", propone.

Anxo Luis Baz, del BNG tiene muy claro que "cualquier actuación humana estropea el río. Considera que la Comisión Internacional de Límites debería supervisar el caso. Recuerda la afección que supone el canal de navegación del ferry y los diques construidos en Caminha y en A Pasaxe. Pide un estudio integral de todo el río, en especial del estuario.

La independiente Fany Iglesias, critica el desinterés de la Administración y pide la convocatoria urgente de la Comisión de Límites. Cita las características especiales de la zona, donde anidan aves y el desastre que supone quedarse sin las playas de Camposancos.

Rafael Álvarez, presidente de la Entidad Local Menor de Camposancos, con más de mil habitantes, explica su gran preocupación y la que le traslada el vecindario. Comenta desaciertos, como el intento de colocar rocas en la ribera de Codesal para frenar su desaparición, la prohibición de hacerlo y la colocación de sacos de arena en su lugar por parte de Costas, lo que no sirvió para nada. El agua se los ha llevado. Traslada su impotencia después de acudir a todas las Administraciones que tienen competencias en esta zona y que "deben protegerla". En lugar de ello, dice, "se desentienden, mientras que en Andalucía ya están repuestos los arenales que se llevó el último temporal, sin problema alguno. Aquí no lo hacen", lamenta.