La Dirección Xeral de Ordenación do Territorio e Urbanismo de la Xunta acaba de aprobar de forma definitiva la delimitación del núcleo de Campo Grande, una figura de planeamiento que permitirá evitar el derribo de cuatro viviendas en Morgadáns y un porche de una quinta. El Concello de Gondomar inició hace poco más de dos años la ordenación de una docena de asentamientos rurales de forma urgente, a la vista de la demora del Plan Xeral, para salvar al menos nueve casas con orden de demolición de la Axencia para a Protección da Legalidade Urbanística (APLU) y este es el primero en obtener luz verde al fin. En cuanto se publique en los boletines oficiales, los propietarios de las edificaciones de la zona afectadas por resoluciones del organismo autonómico e incluso judiciales podrán iniciar los trámites para legalizarlas.

Así lo explica el concejal de Urbanismo y teniente de alcalde, Antonio Arúxo, muy satisfecho de la noticia llegada esta misma semana desde la Xunta. "Este feito suporá unha gran tranquilidade para catro familias que tiñan pendurada sobre as súas vivendas a espada de Damocles das actuacións da APLU nun núcleo tradicional que tivo a mala sorte de non ser delimitado nos anos 90". Y es que la suspensión del Plan Xeral de 1997 por parte del Tribunal Supremo en 2005 dejó al municipio bajo el marco legal de las normas subsidiarias de 1991, en las que no figuraban ordenados los entornos en cuestión.

La aprobación del de Campo Grande supone, a juicio de Araúxo, "que o urbanismo de Gondomar comeza a camiñar con garantías", aunque sea más lentamente de lo deseado. Para llegar a este punto, esta delimitación tuvo que superar hasta 24 informes sectoriales de distintos organismos. Aunque finalmente ha sido posible sacarla adelante "grazas ao traballo dos técnicos municipais e á vontade da directora xeral Encarnación Rivas, que se implicaron a tope neste asunto", destaca el edil.

Quedan pendientes hasta una treintena de ordenaciones similares, una docena de ellas en tramitación urgente por corresponder a zonas con problemas más acuciantes. Seis de ellas están también a punto de ser aprobadas, señala el edil. Corresponden a los núcleos de Penalba, Mourisca, San Roque, Prado, A Carballa y Cruceiro-Donas, en distintas fases de desarrollo.

40 licencias desbloqueadas

En la misma línea, Araúxo anuncia que la oficina municipal de Urbanismo ha retomado la concesión de licencias en las áreas de tolerancia, las franjas de 40 metros alrededor de los núcleos delimitados. Estos espacios llevaban siete meses bloqueados por una confusión de la APLU, explica, "que indicou nun expediente que esa faixa de terreos era rústica e precisaba de delimitación". El malentendido se ha resuelto y el Concello ya está en disposición de resolver las 40 solicitudes de permisos de obra pendientes en estos entornos.