Medio centenar de niños y niñas de entre 6 y 12 años que viven en el orfanato Kimbondo, localizado en la República Democrática del Congo, han aprendido este verano a sumar gracias a los 300 kilos de material escolar donado por el alumnado del CEIP Nº2 de Tui. La prueba les fue mostrada a los alumnos y alumnas el día en el que despidieron las clases del 2017, por lo que pudieron ver a los huéspedes del orfanato escribiendo, pintando y dibujando con el instrumental de papelería que ellos mismos habían recaudado en el pasado curso escolar.

Rafa, un componente de la ONG Cooperación Internacional que estuvo hasta esta semana en el orfanato Kimbondo, explicó al alumnado del CEIP Nº2 de Tui todo lo que durante estos meses habían logrado gracias al empleo del material donado y les aseguró a los niños que "nos quedamos alucinados con todo lo que recaudasteis, no nos cerraban las maletas".

Rafa también quiso concienciar a los tudenses sobre las condiciones en las que viven los congoleños. "Viven ahí porque han sido abandonados", "muchos días no tiene clase porque hay guerras" o "allí las mujeres tienen menos oportunidades que los hombres", les reveló el miembro de Cooperación Internacional.

Con gran parte del alumnado reunido en el salón de actos, Rafa y Pablo, este último coordinador de la ONG, proyectaron numerosas fotografías sacadas en su estancia en el país africano. En cada imagen se escondía una historia o una anécdota que quisieron compartir con los estudiantes del CEIP Nº2 de Tui, por lo que estos pudieron conocer un poquito más a los niños y niñas que pintan y colorean con los rotuladores, acuarelas, cartulinas y libretas que ellos mismos recaudaron a través de la iniciativa "Coas nosas mans o teu sorriso", coordinada por el jefe de estudios del centro, Ángel Martínez.

"Es una manera de que los pequeños se den cuenta de que el proyecto que han llevado a cabo durante el pasado curso escolar ha merecido la pena y ha tenido su recompensa", aseguraba Pablo.

Una de las fotografías era más especial que las demás, ya que en ella aparecía un mensaje cuyo destinatario era el alumnado de este centro escolar tudense. "Gracias Nº2 de Tui" se podía leer en cada una de las cartulinas de colores que sujetaban los congoleños que posaban en ella.