"Estamos en una situación delicada. Tenemos agua garantizada hasta finales de enero, pero no podemos llegar al extremo de vaciar la presa. Si no llueve en un mes, tendremos que empezar a realizar cortes". Así lo aseguró ayer la concejala de Medio Ambiente de Baiona, María Iglesias, ante los últimos datos del boletín hidrológico de la Xunta, que situaban ayer el embalse de Baíña al 28,12% de su capacidad. La edil descarta por el momento solicitar la conexión a la red de abastecimiento de Vigo a través de Nigrán "porque Zamáns también presenta escasez de caudal -al 38,83%- y su necesidad de litros por habitante es similar a la nuestra, ya que abastece a una población mayor". Pero el alcalde, Ángel Rodal, no desecha esa posibilidad en las próximas semanas en caso de que el problema se agudice en territorio baionés.

El Ayuntamiento "ya no puede ahorrar más en consumo público", asegura la edil. Ha eliminado el riego de zonas verdes y el baldeo de calles desde hace semanas y "ahora dependemos de que llueva y de la colaboración ciudadana". Por eso insiste en solicitar a los vecinos un uso responsable del agua.

No obstante, el gobierno municipal se ha reunido con responsables de la concesionaria del servicio de abastecimiento y saneamiento, Gestagua, para buscar medidas adicionales. Lo hizo tras acudir ayer a la reunión urgente convocada por el director de Augas de Galicia, Roberto Rodríguez, quien instó a los concellos que se abastecen de los embalses de Eiras, Zamáns y Baíña a reducir el consumo en un 10% en los próximos diez días y a restringir el caudal de uso industrial para garantizar las reservas.

Baiona apenas dispone de industrias, así que centrará las soluciones inmediatas en la red de suministro público. Ayuntamiento y adjudicataria barajan reducir la presión de agua que llega a los hogares para rebajar el consumo. Asimismo, los representantes municipales han solicitado a la empresa que extreme los controles sobre las fugas y averías del entramado de tuberías, "ya que, según nos informa Augas de Galicia, se pierde hasta un 33% del consumo sin pasar por los contadores", recalca Iglesias.